La reina Isabel II (95 años) ha cancelado un viaje previsto para este miércoles 20 de octubre a Irlanda del Norte por recomendación médica y descansará durante los próximos días, como ha informado un portavoz del palacio de Buckingham, su residencia oficial en Londres.

En un comunicado, la misma fuente ha indicado que la soberana "ha aceptado con reticencia el asesoramiento médico para descansar durante los próximos días" y se encuentra actualmente en el Castillo de Windsor. Sin dar más detalles, la Casa Real ha agregado lo que sigue: "Su Majestad se encuentra con buen ánimo y se siente decepcionada de no poder visitar Irlanda del Norte, donde iba a haber llevado a cabo una serie de compromisos hoy y mañana".

"La Reina envía sus mejores y más cálidos deseos a las personas de Irlanda del Norte y tiene ganas de visitar (la provincia) en el futuro", subraya el portavoz. Si bien se desconoce el motivo de la cancelación del viaje, los medios locales aseguran que la decisión no está relacionado con el coronavirus.

La prensa británica señala, asimismo, que se espera que la monarca asista, como está previsto, a la próxima cumbre climática Cop26, que arrancará en Glasgow (Escocia) el próximo mes. 

Isabel II rechazó este pasado martes 19 de octubre ser distinguida con el galardón Oldie of the year ("Anciana del año"): "Una solo es tan vieja como se sienta", ha declarado la soberana británica. Su secretario privado, Tom Laing-Baker, comunicó por carta a la revista que entrega el premio, The Oldie, que la monarca "no cree que cumpla los criterios relevantes para poder aceptarlo".

Esta información llega tan solo días después de que se hiciera público que los médicos han "aconsejado" a la monarca que deje de beber alcohol de forma diaria, excepto en ocasiones muy especiales, según comentó un amigo cercano de la Familia Real a la revista Vanity Fair. Mucho se ha escrito, y también especulado, sobre la debilidad de Isabel II por el martini, el champán o la ginebra. Eso sí, la citada publicación incide en un punto importante: la monarca no es una gran bebedora. Solo, al caer la noche, se permitía hasta ahora un pequeño 'homenaje'. 

Así lo desveló esta fuente tan cercana a ella: "A la reina le han aconsejado que renuncie a su copita nocturna, que suele ser un Martini". Y añadió esta fuente que bien parece conocerlo: "No es que suponga un gran problema para ella, no es una gran bebedora, pero parece un poco injusto que a estas alturas de su vida tenga que renunciar a uno de sus pocos placeres".

El objetivo desde su entorno es que llegue en la mejor condición física a junio de 2022, momento en que Isabel II deberá asumir la carga emocional y física de varios actos con motivo de la celebración del Jubileo de Platino, para celebrar sus 70 años en el trono. Pese al duro golpe que supuso para ella la muerte del duque de Edimburgo, lo cierto es que la Reina volvía a la vida institucional al poco tiempo. Haciendo gala de su profesionalidad tras tantos años al cargo, la monarca reaparecía hace unos días con un bastón.

Desde la casa de Windsor aclararon que la soberana utilizó el bastón "para su comodidad". Y lo hizo al salir del coche para entrar en el templo y de nuevo más tarde al dejar la abadía de Westminster. Además, no hizo su entrada por la puerta habitual sino por otra que quedaba más cerca de su asiento. 

Lo insólito de la imagen convirtió un acto rutinario, que estaba previamente agendado, en algo noticioso y del que se hicieron eco la mayoría de los medios británicos. Pese a su avanzada edad, esta es la primera vez que Isabel II usa un bastón en un acto oficial de este tipo, aunque en 2003 y 2004 ya se la vio con uno después de una operación de rodilla. 

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