Alec Baldwin (63 años) se ha convertido en noticia mundial este viernes 22 de octubre tras conocerse que durante el rodaje de su última película, Rust, el actor mató accidentalmente a la directora de fotografía del set e hirió de gravedad al director. Todo ha sucedido al disparar una pistola de atrezzo que supuestamente era de fogueo y que el actor desconocía que estaba cargada. El trágico suceso llega en un momento en el que Baldwin había serenado su siempre agitada vida, y es que, durante años fue protagonista de grandes polémicas y de jugosos titulares de los medios de comunicación.

Su fuerte y ardiente carácter suscitó importantes incidentes en el pasado. Pero todo ello parecía quedar atrás después de lograr la estabilidad tanto profesional como personal al consagrar su último matrimonio y crear una familia numerosa.

Sin embargo, este viernes los fantasmas del pasado han regresado con fuerza y este nuevo accidente de Alec Baldwin que ha acabado con la vida de una mujer ha hecho recordar su peor época, pese a que había logrado calmar su faceta más controvertida en los últimos años. El actor lleva casado desde 2012 con la instructora de yoga Hilaria Baldwin, quien es 25 años menor que él. La conoció en un restaurante del centro de Manhattan, Nueva York, y después de años de inestabilidad amorosa, logró consolidar su historia con ella. Fruto de su relación nacieron seis hijos, el último de ellos llegó a comienzos de este año por gestación subrogada.

A pesar del brillo hollywoodiense que va ligado al nombre de Alec Baldwin, su relato vital es muy distinto. Su madre, Carol Baldwin, una conocida activista contra el cáncer, decidió llamarlo Alexander Rae Baldwin cuando lo tuvo por primera vez en sus brazos en su casa de Massapequa. Alec creció en el seno de una familia católica irlandesa y aunque no había antecedentes en su familia, resultó curioso que años después su saga se convirtiera en un referente del mundo de la interpretación, pues tanto él como sus tres hermanos, William, Stephen y Daniel, son actores.

Precisamente su sueño era vivir del cine, y pese a que estudió tres años de Ciencias Políticas y llegó a hacer algunos cursos de Derecho, no descuidó su aprendizaje en la materia interpretativa. Se matriculó en Arte Dramático en la Universidad de Nueva York y también en el prestigioso Lee Strasberg Institute.

Cuando la Gran Manzana se le quedó pequeña, allá por los años ochenta, Baldwin voló a Los Ángeles, a la meca del cine, para buscar una oportunidad importante en el séptimo arte. Pero en esta época de búsqueda llegaron a su vida las drogas. Coqueteó con ellas hasta el punto de que llegó incluso a sufrir una sobredosis por la que casi pierde la vida.

Salió de aquel agujero y recobró su vida gracias a su trabajo. De hecho, pronto llegó su reconocimiento profesional en 1990. Un año después, en el rodaje de Ella siempre dice sí conoció a Kim Basinger (67), actriz con quien estuvo casado durante una década y con la que tuvo una hija, Ireland Baldwin. El matrimonio protagonizó intensas polémicas debido a sus sonadas broncas en público en los rodajes. Además, una vez tomaron la decisión de separarse, lejos de ser amistosa se convirtió en una guerra de acusaciones entre Baldwin y la actriz al negarle el contacto con su hija en común.

Llegada la primera década de los 2000, se produjo una de las peores épocas para el actor, pues por aquellos tiempos se vio envuelto en varios incidentes en su tierra natal, Nueva York. Fue denunciado en el año 2013 por insultos racistas a un fotógrafo y amenazas a una reportera y también fue detenido por la Policía por circular en bicicleta en dirección contraria.

Sin duda, el perfil de Alec Baldwin presenta un sinfín de polémicas que crecían en su expediente al mismo tiempo que lo hacía su éxito en el cine, y es que el actor es uno de los más reconocidos de Hollywood. Ahora, tras el incidente de su último rodaje, el intérprete se encuentra "devastado y en shock" y está recibiendo el apoyo de sus compañeros de trabajo, de su esposa, sus siete hijos y sus hermanos y sobrinos.

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