Britney Spears (40) celebra este 2 de diciembre una fecha muy especial: su 40 cumpleaños. Una cifra a la que llega totalmente renovada y, lo más importante, libre. El viernes 12 de noviembre la conocida como "princesa del pop" volvía a tener total autonomía después de que una jueza pusiera punto final a la tutela legal que su padre ejercía sobre ella y su patrimonio, valorado en unos 60 millones de dólares, desde hacía 13 años.
Ahora, prometida con Sam Asghari (27) y en medio de un huracán mediático, Britney deja atrás la peor etapa de su vida, que ha sido recogida en buena parte en el documental Framing Britney Spears.
"Gracias a vosotros, a vuestra preocupación, creo que me habéis salvado la vida", agradeció la cantante en un vídeo que compartió en su perfil de Instagram y en el que dejaba caer que está lista para dar una entrevista a Oprah Winfrey (67). No es difícil imaginar la audiencia que congregaría esa hipotética conversación, pero Spears ha matizado que antes de abrirse ante las cámaras primero "necesita mucho tiempo para sanar".
Con más de 100 millones de discos vendidos a sus espaldas, la autora del famosísimo Baby, one more time ha recuperado su autonomía y pronto podrá hacer uso de su patrimonio de 60 millones de dólares, una situación radicalmente diferente a la de hace unos meses, cuando tenía que pedir permiso para salir de casa y gastar un dólar. En su horizonte inmediato está su futura boda con Sam, al que conoció en 2016 durante el rodaje del videoclip Slumber Party. Desde entonces no se han separado.
En lo profesional, Spears no se prodiga en eventos desde hace años y su último trabajo, Glory, es del año 2016. Aún así, sigue siendo una de las artistas más populares del mundo. El vídeo de ...Baby One More Time acumula casi 700 millones de reproducciones en YouTube, a pesar de que se estrenó por televisión en 1998 y no llegó a internet hasta 2009; Toxic supera los 600 millones en Spotify; y su discografía está entre las cien más escuchadas de la plataforma.
Más allá de los números, la estética de vídeos como Oops!... I Did It Again inspira disfraces recurrentes y sus actuaciones permanecen en la retina del imaginario popular, como la serpiente que subió al escenario de los premios MTV de 2001.Por todo ello, su espectáculo fijo en Las Vegas atrajo semanalmente al público entre 2013 y 2017, aunque ahora sabemos que se alargó en contra de su voluntad.
Por otro lado, su nombre ha copado titulares y portadas de medio mundo, no sólo por los problemas de su tutela legal, sino también por los cuatro documentales que repasan su carrera, firmados por medios como The New York Times, la BBC y Netflix. Nadie sabe si volverá a los escenarios pero, como señaló su abogado, Mathew Rosengart, en la puerta de los juzgados: "Lo que sigue ahora para Britney depende de una sola persona: Britney".
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