"Esta es mi historia, contada por mí": Janet Jackson ajusta cuentas en un documental sobre su vida
La cantante aborda los pasajes más polémicos de su existencia con una crítica a la prensa sensacionalista y la sociedad puritana.
15 enero, 2022 03:19Noticias relacionadas
Podría decirse que la teta de una cantante famosa inspiró la creación de Youtube. No en vano, el cofundador de esta red social, Jawed Karim (42 años), dice que el proyecto nació porque él no pudo ver el momento en el que Janet Jackson (55) mostró un pecho desnudo en plena retransmisión de la Super Bowl y decidió crear un sitio en la red donde colgar vídeos. Youtube acabó consagrándose como la red social más popular, y aquel instante de febrero de 2004 en el que Justin Timberlake (40) dejaba al aire el pecho de Janet tras tirar de su top de cuero (justo cuando ella terminó de cantar Rock your body) sirvió para que la pequeña de los Jackson adquiriera el estatus de 'mujer más polémica de América'.
Aquello también cambió la televisión yanqui para siempre. Al terminar la actuación de los artistas, que fue vista por más de 143 millones de americanos, la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense recibió más de doscientas mil quejas, lo que la llevó a multar a la cadena CBS con más de medio millón de dólares por 'escándalo público'. Por un lado, el episodio favoreció que la Super Bowl se emitiera desde entonces con un retraso de varios segundos para así poder eliminar o censurar situaciones similares a aquella. Por el otro, acabó con la carrera artística de la protagonista del llamado nipplegate.
La pobre Janet fue totalmente crucificada en su país. Muchas emisoras de radio y canales de televisión retiraron sus vídeos y canciones de la noche a la mañana. Además, el puritanismo moral de Estados Unidos y el machismo/racismo de la sociedad sirvieron para que su actuación en los Grammy de aquel año 2004 fuese cancelada, y también para que perdiera su trabajo en un telefilme sobre Lena Horne (parece ser que fueron la propia artista y su hija quienes, escandalizadas, amenazaron a la cadena ABC, productora de la cinta, con retirar su apoyo al biopic si Janet aparecía finalmente en él). La cantante se vio además obligada a pedir disculpas públicamente por lo que supuestamente había sido un mero "fallo de vestuario". En cambio, casi nadie criticó o juzgó en ningún momento a Timberlake (que varios años después volvió a ser invitado a actuar en el descanso de la Super Bowl).
Las circunstancias que rodearon aquel controvertido episodio fueron durante años la comidilla. Ahora, al fin, obtendrán respuesta gracias al estreno el próximo 28 de enero de Janet, un documental dirigido por Ben Hirsch que ha tardado más de cinco años en realizarse y se emitirá en dos partes, simultáneamente, por las cadenas estadounidenses Lifetime y A&E. Colegas de profesión y amigos como Missy Elliott, Mariah Carey y Paula Abdul se han prestado a dar su opinión sobre la impactante trayectoria de una mujer que en 2019 entró a formar parte del célebre Museo Rock & Roll Hall of Fame (dos décadas después de que lo hicieran sus hermanos, aunque menos dé una piedra).
La de Gary, en Indiana, ha sido siempre poco dada a hablar de su vida personal, pero ahora, coincidiendo con el cuarenta aniversario de su álbum de debut, ha querido hacer una excepción para ajustar cuentas con los medios sensacionalistas que han inventado mil historias sobre ella, y con la sociedad puritana imperante. "Esta es mi historia, contada por mí, no a través de los ojos de otra persona", avisa en el primer tráiler completo del documental Janet, quien durante mucho tiempo vivió a la sombra de su hermano Michael (a pesar de que, con apenas trece años, protagonizaba ya la serie de televisión Good Times y, desde mediados de los ochenta, triunfó con álbumes producidos por Jimmy Jam y Terry Lewis).
Janet no se ha andado nunca con chiquitas. En 1986, tras lograr librarse de la sombra paterna y contratar a un nuevo representante artístico, lanzó al mercado Control, un disco con melodías pegadizas y varios temas autobiográficos que versaban sobre lo que para ella supuso la anulación de su primer matrimonio (con el rapero James DeBarge). Tres años más tarde, pulverizó todos los récords con su cuarto álbum de estudio (Rhythm Nation 1814), repleto de canciones de protesta sobre temas como la pobreza, el racismo o la exclusión social. Después vino su fichaje por Virgin y la publicación de Janet., un disco titulado así, con su punto final, para dejar claro al mundo que ella era mucho más que 'la hermana pequeña de los Jackson Five'.
En septiembre de 1993, en plena promoción del disco, Janet tuvo los arrestos necesarios para posar semidesnuda para la revista Rolling Stone (las manos de su entonces pareja, el bailarín Rene Elizondo, aparecían tapándole los pechos que tanto darían que hablar unos años después). "El sexo ha sido una parte importante de mí durante varios años pero, simplemente, no ha florecido públicamente hasta ahora", contó entonces. "Tuve que pasar por algunos cambios y deshacerme de algunas viejas actitudes antes de sentirme completamente cómoda con mi cuerpo. Al escuchar mi nuevo disco, la gente comprende intuitivamente el cambio en mí".
Aquel nuevo icono de la liberación sexual de las mujeres pensaba en grande y en 1996 firmó con Virgin el contrato discográfico más lucrativo de la historia de la música hasta entonces (por ochenta millones de dólares), superando al que en ese momento era ya el Rey del Pop. Janet solía comentar en las entrevistas que daba que su hermano Michael fue siempre un modelo a seguir para ella. Nada raro, si tenemos en cuenta que el cantante dejó en 1979 la banda Jackson 5 para sacar su primer disco en solitario y, al poco, se convirtió en uno de los artistas negros más grandes que Estados Unidos había producido.
"Tenía diez años cuando Michael se fue a rodar [la película] El mago. Aquello fue traumático. Era mi mejor amigo", confesó la artista, que siempre ha defendido el legado de su hermano, fallecido en junio de 2009 y acusado en diferentes ocasiones de haber abusado a menores (aunque siempre quedó absuelto, en todo momento fue condenado duramente por la opinión pública). Dedicarse al espectáculo y llevar el apellido Jackson, sobre todo desde principios de los años noventa, ha sido una pesada losa de la que resulta complicado desprenderse. Janet ya está acostumbrada a ser el foco del escrutinio público y la crítica, pero el documental servirá para conocer su opinión sobre el proceso penal al que fuera uno de los mayores iconos de la cultura pop ("Yo soy culpable por asociación", señala ella en un momento dado), y sobre las extrañas circunstancias que rodearon la muerte de Michael a los cincuenta años, tras sufrir un paro cardíaco.
Pero el proyecto también ayudará a conocer la faceta más personal y familiar de una mujer que, al igual que sus hermanos mayores, creció sometida a los abusos de un padre frío que nunca permitió que se dirigiera a él como ‘papá’, y que obligó a sus hijos a dedicarse a la música porque, en el fondo, los veía como un negocio. "Lo llamábamos Joseph, y le temíamos. Estábamos en la cama con nuestra madre, jugando y divirtiéndonos, y cuando veíamos el reflejo de las luces del coche de Joseph en el camino de entrada, nos dispersábamos", confesó Janet sobre la que fue una infancia atípica en una niña de su edad.
De la misma forma, la artista hablará de cómo se produjo su vuelta al candelero, de su millonario divorcio con Elizondo, o de lo que para ella supuso convertirse, a principios de 2017, con cincuenta años, en madre de un niño, Eissa, fruto de su matrimonio con el multimillonario catarí Wissam al Mana (del que se separaría de mala manera pocos meses después porque, por lo visto, se había vuelto muy controlador y hasta le indicaba la manera en que debía vestir durante sus actuaciones).
Para superar aquella mala racha personal, coronada por la muerte de su padre Joe en 2018, la estadounidense siempre se ha aferrado a la música y al calor de su gente. "Mis amigos me llaman 'la supermujer'", comentó hace poco. "Dios sabe que no lo soy. Pero Eissa me sirve de inspiración, me da energía". Seguro que hacer Janet le ha funcionado también como ejercicio de catarsis emocional.
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