Este pasado jueves 10 de marzo arranca en Ifema la 75 edición de la pasarela madrileña en la que una de las modelos, Samy, debuta.

Los nervios son evidentes, pero no sólo por desfilar para grandes firmas, la modelo es la única ucraniana del evento y, a pesar de los brillos y grandes diseños, su mente está con su "familia y con su país".

"Somos una gran familia y han conseguido huir a los países limítrofes, pero mis abuelos, por edad, han preferido quedarse en Ucrania", ha contado Samy este jueves, momentos antes de desfilar para Pedro del Hierro.

La modelo, de 17 años, lleva tan sólo mes y medio residiendo en Barcelona, donde decidió probar suerte en la moda con la agencia Francino Models.

"Mi familia no tiene previsto trasladarse a España. Están recibiendo ayuda y prefieren quedarse en Rumanía o Polonia", indica, sin parar de frotarse las manos, al recordar la situación, a pesar de que no ha perdido el contacto con ellos durante todos estos días.

"Sé que están bien", dice Samy y eso la consuela. Esbelta, rubia con ojos azules, con rasgos aún adolescentes, Samy también desfilará este viernes para Ágatha Ruiz de la Prada, para la que abrirá el desfile luciendo unas medias con los colores de la bandera de Ucrania.

"Estoy muy sorprendida y agradecida por el apoyo que estoy recibiendo. Todo el mundo se ha volcado conmigo", relata la modelo, que también desfilará para Pertegaz e Ynés Suelves.

Samy agradece el trabajo de todos los países e instituciones que están prestando ayuda a Ucrania en estos momentos. Y pide y confía en que "la guerra termine ya" y deje de causar dolor y muerte a sus compatriotas.

Ucrania, muy presente en el desfile 

Con un minuto de silencio en favor de la paz ha comenzado la 75 edición de la pasarela madrileña en la que la modelo ucraniana, Samy, ha sido la protagonista. Colores y guiños con los que la pasarela de Madrid reacciona ante la invasión de Ucrania, días grises en los que la moda pasa a un segundo plano, pero también se esfuerza en brindar ilusión, color y esperanza.

Antes, Nacho Aguayo y Álex Miralles, directores creativos de Pedro del Hierro, han presentado Reverse, "una colección dual que bebe de los paralelismos entre hombre y mujer", explican los diseñadores que han hecho piezas "para transmitir alegría y ganas de celebrar y vivir la noche".

Y con esas coordenadas, los diseñadores han subido a la pasarela una colección luminosa, con tejidos de mucho brillo, aplicaciones y botones joya, una explosión de optimismo y celebración, "vaya, los locos años 20 trasladados a hoy, un siglo después", detalla Aguayo.

Los diseñadores han hecho el ejercicio de poner los trajes de hombre a las mujeres para el día y el resultado ha sido una sastrería rotunda y atractiva que se acompaña de vistosos abrigos con siluetas armadas.

En la segunda parte llegaron las propuestas de noche con las lentejuelas como protagonistas. El esmoquin y los pijamas de terciopelo de aire desenfadado para el hombre y los vestidos largos y sofisticados para la mujer.

En esta jornada solidaria con Ucrania, Ynés Suelves ha debutado en la pasarela madrileña con una colección en la que impera el volumen, especialmente en las mangas de las blusas.

Mientras, María José Llergo interpretaba varios temas, por la pasarela se han visto coquetos vestidos, abrigos impecables y pantalones de corte vaqueros muy ponibles.

Transformación es lo que quiere mostrar sobre la pasarela Malne, la firma compuesta por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, que han realizado una presentación en la que han ido cambiando el vestuario de las modelos en directo."Es una colección muy conceptual con la que pretendemos hacer una reflexión sobre la moda", han señalado. 

Piezas ricas en tejidos de diseño futurista, donde aparecen bordados sobre neoprenos, plumas y pedrería. Las perlas son el complemento estrella en 'tops', abrigos, calzado y bolsos.

Una propuesta en la que mezclan tejidos, donde los abrigos ganan doble uso al ser reversibles en piel falsa y vinilo. "La moda es un juego y queremos darle una doble vida". 

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