Jennifer Lopez (52 años) arrasó en el entretiempo de la Super Bowl de 2020 junto a Shakira (45), un hito en su carrera que marcó un antes y un después para ella. Por este motivo, cuando se le propuso a la cantante grabar un documental sobre su vida tuvo claro que el hilo conductor de la historia debía ser esa actuación, así que ha llamado a la película Halftime. De esta manera, expone todo lo que ha conseguido en su trayectoria vital, que comienza de forma humilde en el barrio del Bronx de Nueva York dentro de una familia repleta de mujeres con carácter.
JLo -como se la conoce en el mundo artístico- habla abiertamente de su vida más personal, desde su infancia hasta sus relaciones amorosas. Pero si algo llama la atención en el documental, que se estrenó el pasado 14 de junio en Netflix, es la complicada relación que mantuvo en su etapa de juventud con su madre, Guadalupe Rodríguez.
La puertorriqueña tenía tres hijas, Jennifer, Lynda y Leslie y desde que eran muy pequeñas se implicó al máximo en que se labraran su camino. Su propia lucha fue tan complicada, que quiso endurecer a sus hijas desde la más tierna infancia, y eso les pasó factura.
Guadalupe narra en la película su difícil llegada a Nueva York: "David y yo nos mudamos al Bronx. Era un cuarto piso sin ascensor y solo tenía un dormitorio. Tuve a mis tres hijas en ese departamento". La madre de JLo tuvo que lidiar con muchos frentes para sacar adelante a su familia en esa compleja situación económica y las circunstancias hicieron que su carácter se agriara hasta el punto de perder la paciencia.
Así lo confiesa la cantante de On the floor: "Mi madre hizo lo que tenía que hacer para sobrevivir y eso la hizo fuerte, pero también la hizo dura. Nos daba tremendas palizas". Y añade: "Mi mamá es una persona súper complicada y tiene mucho bagaje emocional. Su generación pensaba: 'Un hombre se casará contigo, te cuidará por el resto de tu vida y te mantendrá'. Y ella soñaba con cosas mucho más grandes. Soñaba con ser actriz".
Guadalupe vio su sueño frustrado, pero quería inculcar la lucha en sus hijas, y que tuvieran una sólida educación. En ese sentido, las hermanas de JLo fueron muy obedientes y buenas estudiantes, pero Jennifer se mostraba más dispersa en opinión de su madre. "Fue la que más me hizo sufrir", confiesa la madre de la artista en el filme.
Y la propia diva del Bronx narra que tenía claro su deseo de triunfar en el espectáculo y que la situación en casa ya era insostenible: "Me enamoré de la danza y me distraía completamente de la escuela y mi mamá me decía: 'Si quieres vivir en esta casa, tienes que estudiar'. Una noche tuvimos una gran pelea y simplemente me fui. Tenía 18 años".
En la actualidad la relación entre madre e hija ha mejorado y se muestran inseparables, sobre todo en los momentos clave de su vida. Jennifer ha conseguido convertirse en un referente y una estrella mundial y su progenitora se muestra orgullosa de ello.
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Además, Guadalupe Rodríguez también ha reconocido sus errores del pasado y afirma que siempre le exigió mucho a sus hijas: "Siempre esperé mucho de ellas. No quería ser crítica sino mostrarles que podían mejorar. Jennifer fue la que me dio más trabajo, a decir verdad. Discutíamos mucho", explica en el documental.
"No fui la madre perfecta ni mucho menos, pero lo único que puedo decir es que todo lo que hice lo hice para su bien. Me alegra que sea fuerte, debes serlo para sobrevivir en esta industria", sentencia ante los ojos vidriosos de su afamada hija.