La última entrega de los premios de la Academia pasará a la historia como la noche en que un gran actor de Hollywood abofeteó a un compañero sobre el escenario. Cuatro meses después de aquel altercado, Chris Rock (57 años) ha roto su silencio para hablar por primera vez sobre la agresión de Will Smith (53) de la que fue objeto. En este tiempo han sido muchos los que han opinado, incluso el agresor, que pidió perdón, y su esposa, Jada Pinkett (50), pero faltaba por conocer la versión del principal perjudicado.
Ya está aquí. El cómico, que actuaba en el Madison Square Garden de Nueva York, aprovechó el show para lanzar algunos mensajes sobre el incidente. Chris hizo una broma sobre Will durante un momento en el que hablada sobre 'la cultura de la cancelación' y dijo: "Cualquiera que diga que las palabras duelen, nunca ha recibido un puñetazo en la cara". De esta manera, incluía el suceso como parte del espectáculo para mostrar al fin sus sentimientos al respecto.
Aún así, ha querido dejar claro que no busca despertar lástima o compasión en sus seguidores. "Sí, esa mierda dolió, pero me sacudí esa porquería y me fui a trabajar al día siguiente. No soy una víctima, no voy al hospital por un corte de papel", añadió ante su rendido auditorio.
En otras ocasiones, el actor, guionista y director se había negado a comentar nada sobre el tema. Sólo unos días después de que Smith le abofeteara por una broma de mal gusto sobre la alopecia de su mujer, Rock agotó las entradas de su espectáculo y al subirse al escenario dijo: "¿Qué tal el fin de semana? No tengo un montón de mierda sobre lo que pasó, así que si vinisteis a escuchar eso, tengo todo un show que escribí antes de este fin de semana. Todavía estoy procesando lo que pasó. Así que, en algún momento hablaré de esa mierda. Y será serio y divertido".
El esperadísimo momento llegó el pasado fin de semana en uno de los templos neoyorquinos para cualquier artista. Chris Rock está de gira con la comedia Only Headliners Allowed, donde comparte cartel con Kevin Hart (43), que además es uno de sus mejores amigos.
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Mientras Rock ha visto cómo su carrera va en ascenso y ha ganado muchísimo en popularidad, Will Smith ha caído en desgracia tras la agresión. Por un lado ha sido expulsado de todos los actos que tengan que ver con la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas durante diez años y tampoco tiene papeles en cine a la vista, aunque sigue con su faceta de productor, no sin contratiempos.
El momento en que sube al escenario, agrede al conductor de la gala y después grita desde su butaca: "Mantén el nombre de mi esposa lejos de tu maldita boca" ya forma parte de la leyenda más negra de los Oscar.