El pasado 15 de agosto, Ben Affleck celebró su 50º cumpleaños. Lo hacía con las maletas preparadas y volando en su jet privado con toda la familia desde Los Ángeles hasta Georgia. El actor posee una gran mansión en este destino, y precisamente fue el lugar donde cinco días después de soplar las velas se dio el 'sí, quiero' con Jennifer Lopez (53).
La gran boda del hollywoodiense y la diva de Bronx fue el foco mediático en Estados Unidos y en medio planeta este pasado fin de semana. Pero no era la primera vez que la pareja de actores se juraba amor eterno. Su primer enlace tuvo lugar el 16 de julio en Las Vegas, una ceremonia más desenfadada en la que estuvieron presentes solamente la madre y los hijos de la neoyorquina.
Además, entre una boda y otra, los actores no han parado de viajar, de hacer planes y de cumplir con la polémica cláusula que impuso JLo en su acuerdo prematrimonial -por la que exige a su reciente marido al menos cuatro relaciones sexuales a la semana-. Con este frenético ritmo de vida, los paparazzi han captado a Affleck durmiendo en varios momentos de sus últimas escapadas con la cantante, por lo que muchos medios estadounidenses no han dudado en hacer énfasis en su evidente agotamiento.
Pero la necesidad de Ben Affleck por buscar instantes de descanso también podría responder a un problema de salud que padece. El actor sufre migraña crónica, por lo que hace frente a episodios muy molestos que le impiden llevar a cabo su día a día con normalidad.
De hecho, la primera exigencia de los facultativos para los pacientes que han sido diagnosticados de esta enfermedad es que cuiden sus horas de sueño y que siempre cumplan una rutina de descanso saludable y sin interrupciones. Algo que no estaría haciendo el actor en estos meses de actividad continua.
Son varias las ocasiones en las que ha trascendido la imposibilidad de Affleck para afrontar periodos severos de trabajo debido a su migraña. En cuanto el estrés entra en juego, unido a la falta de sueño, esta enfermedad aparece con fuerza entre quienes la padecen de forma frecuente.
Así le ocurrió al actor en mayo del 2006, cuando tuvo que parar el rodaje de su primera película como director, Gone, Baby, Gone, debido a un ataque de migraña que le impedía continuar. De hecho, tiempo después en una entrevista en The Early Show, Affleck desveló su diagnóstico médico y lo atribuyó a que llevaba unos meses trabajando más arduamente de lo habitual, durmiendo muy poco y bajo mucho estrés.
También se vio obligado a no presentarse en varias jornadas de grabación de la película Runner, Runner en el año 2012 por su incómoda migraña. Algo que se repitió mientras rodaba Batman.
Se puede afirmar que está totalmente justificada la ausencia de Ben a su puesto de trabajo cuando sufre episodios de migraña, porque estos incapacitan del todo a las personas que requieran de su concentración e intelecto para llevar a cabo su labor profesional. Cuando un paciente se enfrenta a padecimiento así lo primero que ha de hacer es descansar en una habitación tranquila y oscura. Se recomienda colocar un paño frío sobre la frente e hidratarse mucho bebiendo agua. Lo más importante es tratar de dormir.
Los médicos aconsejan además evitar el tabaco, el café y las bebidas alcohólicas en personas que han sido diagnosticadas de migraña. Esta afección se caracteriza por producir un gran dolor generalmente en uno o ambos lados de la cabeza, que se siente como que palpita o late. Se manifiesta también con sensibilidad hacia la luz, al sonido y, a veces, a los olores y al tacto. Y en los casos más severos produce incluso náuseas y vómitos.