Se ha convertido en famosa sin pretenderlo, pero son muchos los que alaban la valentía de su gesto, que se ha hecho viral en las redes sociales y la ha dado a conocer en todo el mundo. Ella es Alex Scott (38 años), la reportera de la cadena británica BBC que ha desafiado las férreas leyes morales de Qatar apoyando expresamente al colectivo LGTBIQ+ mientras cubría el partido que enfrentaba a Irán e Inglaterra en el polémico mundial de fútbol.
Además, su parecido físico con Meghan Markle (41) tampoco ha pasado inadvertido y ahondando en sus respectivas historias, ambas mujeres tienen mucho en común. La defensa de los derechos de las personas negras y del colectivo arcoíris son solo algunas de ellas.
La imagen de Scott, a pie de campo, luciendo un brazalete con la bandera LGTBIQ+ no sólo supone un desafío para un país donde la homosexualidad es delito, también para las propias normas de la FIFA, que había amenazado con sancionar a las selecciones que llevaran en su equipación algún signo de este tipo. La advertencia surtió efecto y las federaciones decidieron no hacerlo. En cambio, Alex sí quiso hacer pública su reivindicación. "No eres gay. Nunca entenderás viajar a un país donde temes por tu vida, por a quién eliges amar", ha dicho recientemente.
[La única mujer que ha sido protagonista en Qatar en la inauguración apareció con el rostro tapado]
La historia personal de Scott tiene mucho de coraje y de lucha. Antes de dedicarse a tiempo completo a los medios de comunicación, fue futbolista profesional y jugó en las filas del Arsenal hasta el año 2018 en diferentes etapas. También formó parte del Boston Breakers de Estados Unidos durante varias temporadas. Siempre ha defendido la lucha por la igualdad en el deporte: "Se están logrando avances, pero tenemos un largo camino por recorrer, en todos los sectores. La conversación es muy importante y debemos seguir hablando de ello".
Su implicación no se queda solo en palabras, ya que también ha dirigido un documental sobre el fútbol femenino titulado The future of woman's game, estrenado este mismo año y que según sus propias palabras "toca muchos asuntos desde los derechos de expresión, diversidad, maternidad y los grandes hitos en el crecimiento del deporte".
Alex es una superviviente y ha tenido una infancia dura y traumática, tal y como contó en su libro biográfico, How (Not) to Be Strong, donde habla de su vida y acusa sin tapujos a su padre de violencia doméstica y abuso contra ella y contra su madre. "Todo lo que podía hacer era acostarme allí y rezar para que mi madre estuviera viva por la mañana", se puede leer en sus páginas.
No sólo eso, también se abrió en canal sobre los problemas de salud mental que todo aquello le provocó y sus pasados problemas con el alcohol. "Recuerdo pasar frente al espejo y mirarme, y no podía entender por qué estaba llorando sin control. Desde afuera, todo está bien. Tengo un trabajo en el que estaba súper feliz en esa parte de mi vida. Debería haber estado celebrando y feliz. Pero estaba tan triste y bebía mucho alcohol. Me dije: 'No puedo continuar así. Tengo que pedir ayuda. Y lo hice", confesaba en una de las entrevistas de promoción del libro. Los beneficios del mismo van destinados a que han sufrido este tipo de problemas.
Al margen de ser un ejemplo de superación, Alex Scott también es un valor en alza en sus redes sociales, donde acumula casi dos millones de seguidores. Tiene su faceta de influencer y, además de protagonizar portadas de revistas y editoriales de moda, muestra sus elecciones de moda a su público. En muchos de sus posados, el parecido físico con la duquesa de Sussex se hace más que evidente. No sólo por el color de su piel, también por la semejanza de sus rasgos y porque tienen un estilo parecido y una forma de peinarse casi gemela. La comentarista deportiva es hija de madre irlandesa y padre jamaicano, los orígenes de Meghan son afroamericanos e ingleses.