Un lustro ha tenido que pasar para que el cantante Alejandro Fernández (51 años) vuelva a los escenarios de nuestro país para pisarlos con la fuerza que sólo a él que le caracteriza. El máximo exponente de la música mexicana hará siete paradas en España entre la primavera y el verano. Bajo el poderoso nombre de Amor y patria, el creador de temas como Me dediqué a perderte cogerá las riendas de esta nueva gira con la que celebrará la profunda pasión que siente por la música, su familia y su tierra.
Alejandro Fernández entonará sus mayores éxitos el 17 de junio en el WiZink Center de Madrid, el 21 en el Marenostrum Fuengirola -Málaga-, el 24 en el Recinto de Conciertos de Almería, el 25 en Icónica Sevilla Fest, el 27 en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el 28 en el Estadio el Malecón de Torrelavega -Santander- y el 1 de julio en el recinto Portuario de Santa Cruz de Tenerife.
En conversación con EL ESPAÑOL, El Potrillo muestra su lado más personal: habla de sus hijas, su gran orgullo; de sus nietas, su mayor debilidad y confiesa que adora España y que viene como turista "una vez al año" porque ama "la cañita y las tapas" y "pasear" nuestras calles.
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Amor y patria se llama su nueva gira. ¿Cómo vive Alejandro Fernández el amor pasada la barrera de los 50?
Más maduro, yo creo... Con mucha ilusión, igual que siempre. Yo creo que el amor es la energía que mueve el mundo. La más importante. Rijo mucho mi vida por el amor: a mi familia, a mi patria, a mis hijos, a mis nietos, a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos. El amor rige y manda y vibra.
Ahora vamos con la patria. La patria, a la que usted canta, es muy importante para los mexicanos. En España, sin embargo, no está demasiado bien visto ser patriota. ¿Qué le diría usted a esos españoles que tienen a su tierra en un segundo lugar de su corazón?
A mí siempre me inculcaron, desde la escuela y también mi padre, amar a México, amar mi cultura y mis costumbres... Siempre me he sentido superorgulloso de mi patria, mi tierra, mi gente. Como te digo, traemos tatuada la bandera en el corazón. Los mexicanos somos muy patriotas y nos enorgullecemos de eso siempre. Y a las personas que no aman a su patria les diría que no tienen madre.
También hay un hueco en esa gira dedicado a su padre, el gran Vicente Fernández. ¿Cómo ha influido en usted, personal y profesionalmente, una figura tan poderosa como la suya?
Ha influido muchísimo. Mi padre me enseñó todo lo que sé. Desde muy niño crecí viendo la carrera de mi padre. De hecho, jamás tuve un maestro de canto. Mi maestro de canto era mi papá, y no porque me diera clases, sino que cuando yo, de chico, escuchaba su música, siempre cantaba a pulmón abierto y trataba de copiarle todo lo que él hacía: gesticular, agarrar aire, todos los trucos que tenía para tener esa voz.
Con el fallecimiento de su padre, que es algo que siempre zarandea a una persona, ¿cómo afronta la idea de la muerte? ¿Usted le teme o le saca pecho?
Nunca le he tenido miedo a la muerte. Es más, desde niño, es lo primero que te enseñan en la escuela: es un proceso natural que se tiene que dar.
Que forma parte de la vida.
¡Le tengo más miedo a la vida! Hay que tener bien los pies en la tierra, con una buena base y una buena educación.
Tiene cinco hijos, y tres de ellos son mujeres. Además, también tiene nietas. ¿Está pendiente de los hombres que se les pueden acercar?
Obviamente, sí. Cuando tienes una hija, te cambia la perspectiva. Nosotros veníamos de una familia de puros hombres. Era un patriarcado muy marcado. Cuando tienes a tus hijos te cambia la vida, pero cuando tienes a tu princesa entre tus manos... te cambia todo el panorama de la vida.
¿Le da miedo que sufran machismo?
Me preocupa, sí, pero más bien me ocupo en poder tratar de tener una delgada línea entre ser el buen amigo, para que tengan la confianza de que me puedan contar todo, y el buen padre. Pero tampoco pueden cruzar la línea de faltarme al respeto. Sí darles una buena educación, una buena moral y confío mucho en mis hijas. Son unas niñas con un carácter fuerte. Tampoco son niñas que se dejen llevar.
¿Qué consejos le piden y cuáles les da?
Que siempre se rijan por el amor, por el corazón. Lo que el corazón les diga. Que traten siempre de tener una buena comunicación con sus parejas, sus novios o esposos.
Alejandro, tengo que preguntarle por las imágenes del concierto de Guanajuato. Algunos medios se atrevieron a titular que "salió a cantar en estado de embriaguez". ¿Le gustaría aclarar que pasó ahí?
Nada, me ganó la emoción. Espero que nunca vuelva a pasar. La noticia ya pasó, ya dio la vuelta y no quiero meterme más en eso porque se podrían prender más cosas. Es algo que no hice a propósito ni lo tenía planificado. Simplemente me ganó la emoción de muchas cosas que tenía en la cabeza esa noche. Y, pues, sucedió el accidente y espero que nunca se vuelva a repetir.
A lo largo de su trayectoria ha trabajado con artistas tan importantes como Christina Aguilera, Marc Anthony o la mismísima Beyoncé. ¿Cómo recuerda la creación de aquel mítico Amor Gitano junto a Beyoncé y qué nos puede contar de ella que no sepamos de aquellos momentos de trabajo y de estudio de grabación?
Tuve la oportunidad de conocerla. Yo estaba en la montaña, esquiando, de vacaciones, tuve que parar de esquiar para tomar la llamada. Normalmente, dejo los teléfonos de mi familia o de mis hijos y cuando me timbra el teléfono es porque es algo importante. En mitad de la montaña frené y me preguntaron si quería hacer un dueto con Beyoncé, que tenía la oportunidad y que estaban buscando la canción. Me la mandaron y fue espectacular.
Pudieron grabar juntos, ¿no?
En muchas ocasiones no siempre tienes la oportunidad de conocer al artista. La mayoría de veces se hace por separado. Cada cual hace su parte en su ciudad o su país y muy rara vez se da que puedas coincidir. Pero ella me pidió que fuera a Nueva York a grabar a su estudio. La conocí. Beyoncé es una tipaza, una mujer superamable, muy humilde. Esa es la palabra: muy sencilla. Más allá de la diva que se pueda ver en la televisión, es una persona lindísima. Cuando escuchó la canción terminada, se moría en elogios hacia a mí, me dijo que la canción había quedado espectacular, que qué bien la había interpretado, que a ver si después podíamos hacer más cosas. Desgraciadamente luego no pudo ser, pero...
Ahí quedó ese himno.
Sí, por supuesto, y la experiencia de haber grabado y haber conocido a esta cantante.
Para concluir, cuéntenos cuáles son sus planes favoritos cuando viene a España.
España es el único lugar donde, normalmente, salgo a disfrutar. Cuando voy a cualquier ciudad o país, me quedo en el cuarto encerrado, me quedo dormido. Pero cuando voy a España me encanta salir a conocer, a caminar, simplemente, a comer a un buen restaurante, echarte una cañita, unas tapas... Me fascina la cultura española. Me encanta la comida. Lo disfruto, de verdad, cada vez que voy. Aunque hace cinco años que no voy a hacer conciertos, sí que voy cada año a España como visitante.
¿A qué artistas españoles invitaría a los escenarios en su paso por España en esa nueva gira, Amor y patria?
Tengo muchos y muy buenos amigos artistas españoles. Me encantaría, pero a veces, por los tiempos, no coincidimos. Conozco bien a David Bisbal, a Bustamante, a Antonio José, a Pablo López... Me encantaría poder hacer algo con él. Hemos estado en plática para ver si hacemos alguna canción. Una vez nos vimos en Guadalajara, lo tuve en mi casa y pasamos un día increíble, escuchando algunas de sus canciones... Y ahí surgió la idea. Lo estábamos buscando y luego se enfrió la cosa, pero me gustaría retomarlo.