Dos años es el tiempo que David Duchovny (62 años) ha tardado en vender su piso de Nueva York. Un alojamiento situado a apenas unos pasos de Central Park, con unas vistas inmejorables y todas las facilidades posibles que, sin embargo, se ha resistido. De hecho, para poder deshacerse de él, el que fuera protagonista de Expediente X ha tenido que bajar su precio en varias ocasiones.
Lo adquirió en el año 2012 por 6.100.000 dólares (5.600.000 euros) y la primera vez que lo sacó al mercado fue en abril del pasado año, pidiendo 7,5 millones. Sin embargo, la ausencia de ofertas le hizo rebajar el precio hasta los 6,9 millones. Una vez más, Duchovny no encontró interesados.
Si bien en ese punto muchos compradores optan por mantener la cantidad y esperar, todo apunta a que el actor tenía prisa en formalizar la transacción, pues realizó una nueva rebaja, pidiendo en esta ocasión 5,6 millones de dólares. Con esa cifra tan atractiva ha logrado vender el apartamento, sí, pero lo ha hecho perdiendo dinero y es que ha recaudado medio millón menos de lo que pagó por él una década atrás.
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La propiedad de la que se ha deshecho está ubicada en uno de los barrios más exclusivos de Nueva York, el Upper West Side. Su principal atractivo son sus vistas, ya que además de poder admirar desde sus ventanas el parque más famoso de la ciudad, Central Park, también se puede ver el embalse Jacqueline Kennedy Onassis, situado en el centro del mismo.
El apartamento está en el piso 19 del conocido edificio The Ardsley y tiene tres habitaciones, tres cuartos de baño, salón con ventanales al exterior y terraza privada. Su acceso es único, ya que solo se puede llegar hasta él a través de un ascensor privado que garantiza la discreción absoluta de sus habitantes.
Se accede directamente a un recibidor que, decorado como una galería de arte, cuenta con cuadros, espejos y alfombras de colores vistosos que contrastan con las paredes de colores crudos y los suelos de parqué oscuro. Lo primero que se aprecia es la gran luminosidad de toda la vivienda gracias a su altura.
Cerca de la cocina, pequeña pero con todo lo necesario, está un un comedor y una sala de estar que destacan por tener su propia chimenea, nevera para bebidas y zona de lavandería. Desde ella se puede acceder a la terraza. Los tres dormitorios son en suite, es decir, tienen su propio cuarto de baño. Además, el principal está ubicado en una esquina del edificio por lo que tiene dobles vistas al exterior.
En cuanto al edificio, ofrece a sus residentes una gran cantidad de servicios entre los que destacan gimnasio, sala de juegos para niños, sala de bicicletas, trasteros, biblioteca, conserje las 24 horas y lavandería.