Barack Obama (61 años) y su mujer, Michelle (59), pasan sus últimas horas en Barcelona. La pareja llegó a la Ciudad Condal en la noche del pasado jueves 27 de abril para un día más tarde asistir al concierto de Bruce Springsteen (73).
Disfrutar de la música del cantante ha sido el motivo principal de su escapada, pero el matrimonio también ha aprovechado para conocer algunos de los lugares más emblemáticos de la capital catalana. En medio de su intensa agenda, el expresidente de Estados Unidos y su esposa han tenido la oportunidad de descansar en uno de los hoteles más lujosos de Barcelona. Está situado en El Tibidabo y se describe como "un oasis de paz y tranquilidad".
La primera parada de los Obama tras aterrizar en Barcelona fue, de hecho, el Gran Hotel La Florida, donde también se ha alojado el Boss. Barack y Michelle han escogido un enclave de lujo, situado en un entorno privilegiado, apartado del bullicio de la Ciudad Condal y con las mejores vistas.
En el Gran Hotel La Florida, Barack y Michelle Obama han podido disfrutar de una experiencia única e inolvidable. Las habitaciones cuentan con todo tipo de comodidades y los más exclusivos detalles. Dependiendo de la que se elija, el coste por noche es de alrededor de 620 euros. El alojamiento, además, ofrece un sinfín de servicios de lujo que aumentan la sensación de confort. Tiene piscina, gimnasio, lavandería, room service, diferentes propuestas gastronómicas y un spa de L’Occitane que promete ser "un santuario de tranquilidad".
Para Barack Obama y su mujer la experiencia ha sido inmejorable y mucho más tranquila, ya que el hotel habría extremado sus medidas de seguridad, cerrando sus puertas durante su estancia y la de Bruce Springsteen. EL ESPAÑOL ha comprobado que el alojamiento sólo admite reservas a partir del domingo 30 de abril. De querer buscar una habitación antes, salta la siguiente información: "Sentimos las molestias. Este hotel no está disponible. Seleccione fechas alternativas".
No resulta extraño que los Obama hayan escogido este enclave para disfrutar de su estancia en Barcelona. Más allá de sus comodidades y servicios, el Gran Hotel La Florida cuenta con un largo historial de estrellas entre sus huéspedes. Ernest Hemingway o la princesa Fabiola de Bélgica fueron algunos de ellos.
Durante su estancia en Barcelona los Obama han podido degustar su cultura y gastronomía. Tras aterrizar en la Ciudad Condal acudieron con su grupo de amigos al restaurante Amar, situado en el hotel El Palace Barcelona, y especializado en productos del mar.
Acompañados del cineasta Steven Spielberg (76), en la mañana de este pasado viernes 28 de abril, visitaron el Moco Museum que, para garantizar su seguridad, cerró sus puertas al público una hora antes de la llegada de los ilustres visitantes, que aparecieron a las 12:30 horas y permanecieron en el centro cerca de 60 minutos.
Los ciudadanos y turistas que en ese momento se encontraban en la calle Montcada quedaron sorprendidos ante la presencia de los Obama y del séquito de agentes de seguridad que les acompañaba. Los Mossos, por su parte, cortaban el paso en toda la vía. Su tour por Barcelona siguió en la basílica de la Sagrada Familia, donde el exmandatario de los Estados Unidos llegó con sus acompañantes alrededor de las 13:42 horas en diversos automóviles por la calle Mallorca.
Tras una corta visita, pasados 25 minutos desde su entrada en el icónico monumento de Antoni Gaudí, los Obama y los Spielberg abandonaron la basílica y se dirigieron a la montaña de Montjuïc para hacer una parada para comer. Se decantaron por el restaurante Martínez, especializado en arroces y con espectaculares vistas a la Ciudad Condal.
El gran momento llegó en la noche, cuando disfrutaron de la actuación de Springsteen en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Barack Obama y Michelle llegaron con su equipo de seguridad y poco más tarde, se rindieron al talento del Boss. Ella, incluso, se subió al escenario, dejando una de las imágenes más memorables de la velada. Tras el show, acompañados de su equipo de seguridad, salieron con Steven Spielberg y su mujer, Kate Capshaw. Para la ocasión, la ex primera dama lució un estilo rompedor, marcado por las transparencias de su blusa.
Este sábado, los Obama han conocido el monasterio de Montserrat, visitando la Virgen y firmando el libro de honor, ubicado en la sacristía. Al salir, han subido al funicular de Sant Joan para dar un paseo en la parte alta de la montaña, antes de almorzar en el restaurante Abat Cisneros. Su próximo destino es Zúrich, Suiza, donde acudirán a un ciclo de conferencias.