Casi un mes después de su fallecimiento, se ha abierto el testamento de Silvio Berlusconi, uno de los hombres más ricos de Italia. Primero ha sido leído ante dos testigos y después se le ha presentado a sus cinco hijos y herederos. Así, se ha podido conocer que el magnate repartió su inmensa fortuna entre sus vástagos y sus tres colaboradores más queridos, como su hermano y la mujer que lo acompañó en sus últimos tiempos, Marta Fascina (33 años).
Berlusconi, que falleció el pasado 12 de junio a los 86 años, firmó su última voluntad el 19 de enero de 2022 en Arcore, la localidad de Milán en la que residía y justo antes de una de sus ingresos en el hospital, cuando no se conocía la gravedad de su estado de salud. "Estoy yendo al San Raffaele. Si no regresara, os ruego que hagáis lo que os digo. De vuestra herencia de todos mis bienes debéis reservar estas donaciones", pidió a sus hijos y legítimos herederos a través de una carta.
Berlusconi dejó por escrito su deseo de "donar" 100 millones de euros a su hermano Paolo y otros 30 millones a su fiel colaborador Marcello Dell'Utri, fundador de su partido Forza Italia y condenado a siete años de prisión por vínculos con la mafia siciliana Cosa Nostra. Después figura Marta Fascina, su última pareja, 53 años más joven y con la que se casó simbólicamente en una ceremonia sin valor legal. Por expreso deseo del magnate, la diputada recibirá otros cien millones de euros.
La viuda del político, quien se mostró abatida en el funeral de Il Cavaliere, celebrado en la catedral de Milán, se ha convertido en una figura importante en el "círculo" de Berlusconi, bendecida además por la primogénita de éste, Marina (56), que la consoló públicamente durante las exequias.
De hecho, el notario encargado de dar lectura al testamento, Arrigo Roveda, reveló que recibió el documento de manos de Fascina, en un sobre no sellado y ante los abogados representantes de los cinco hijos del fallecido político.
Silvio Berlusconi amasó una fortuna estimada en más de 6.000 millones de euros entre sus empresas y bienes de todo tipo. Desde cuadros, villas, barcos, joyas o helicópteros.
Uno de los asuntos más importantes era confirmar el destinatario de la sociedad de cartera Fininvest, que engloba el coloso televisivo Media For Europe (MFE), la antigua Mediaset, el banco Mediolanum, la editorial Mediolanum y el equipo Monza, en Primera División. No obstante, el político lo tenía decidido desde hacía casi 20 años. El primer documento de su testamento data de octubre de 2006 y reparte su paquete de acciones en Fininvest, del 61,21 %, en "partes iguales" entre sus cinco hijos.
Sus herederos serán sus dos hijos mayores Marina y Pier Silvio (54), fruto de su primer matrimonio con Carla Dall'Oglio (82) y los únicos que tienen cargos ejecutivos en su imperio. La primera ya preside Fininvest y su hermano controla MFE. Sus otros tres vástagos, Barbara (38), Eleonora (37) y Luigi (34), nacieron de su relación con la actriz Veronica Lario (66) y siempre tuvieron un papel mucho más discreto en los "asuntos de familia".
La fortuna no ha sido precisamente dividida en partes iguales. La ley exige que, en ausencia de cónyuge, dos tercios del patrimonio sí debe ser repartido equitativamente entre los hijos, mientras que el tercio restante puede ser dispuesto a voluntad.
De ese modo, el quinteto de vástagos recibirá el 8 % de la cuota del patriarca en Fininvest, hasta el 40 % "repartible", mientras que el 20 % restante se sumará a la cartera de Marina y Pier Silvio, que juntos podrán controlar el imperio con un 53 % de su capital total. El testamento de Silvio Berlusconi termina con una dedicatoria: "Por lo mucho que os quise y lo mucho que me quisisteis. Mucho amor para todos vosotros. Vuestro papá, Silvio".