El mundo entero la conoció como Donna en los 90, una adolescente guapa, rubia, pija y rica de Beverly Hills, gracias a una de las series míticas de la televisión, referente de toda una generación. Su paso por Sensación de vivir con tan sólo 17 años, la alzó al estrellato y también le aportó importantes beneficios, aunque ella ya era rica de cuna. Su padre era el prestigioso productor Aaron Spelling, responsable, entre otras cosas, de aquella serie de adolescentes y con una fortuna importante.
Tori Spelling (50 años) parecía tenerlo todo para disfrutar de una de esas vidas de película, pero su realidad dista mucho de ser un guión rosa, se ajusta más a la triste historia de un juguete roto. Han pasado más de tres décadas desde el estreno de aquella producción con audiencias millonarias y diez temporadas que la catapultó al firmamento del star system, como al resto de sus compañeros.
Desde que terminó de emitirse, la actriz ha hecho algunas películas que han pasado son pena ni gloria, participaciones en series y también ha tenido su propio reality, True Tori. Este 2023, la californiana atraviesa por su peor momento: recién divorciada y con una crisis financiera sin precedentes, se ha instalado en una caravana con sus cinco hijos mientras hace públicos sus problemas de salud.
[La enfermedad de Stella McDermott, hija de Tori Spelling, que tiene un componente hereditario]
El pasado mes de junio, la actriz anunciaba su separación del actor canadiense Dean McDermott (56) tras 18 años de matrimonio y una extensa familia. Al parecer, la adicción al sexo de él fue el detonante de la ruptura, para la que no parece haber vuelta atrás. Esto ha desencadenado otra serie de problemas para Tori, que dejó la casa familiar para instalarse primero en dos moteles cuyo precio por noche rondaba los 100 euros y ahora en una modesta autocaravana, aparcada frente al Pacífico.
Ella misma compartía algunas imágenes en sus redes sociales en las que se podía ver a sus vástagos, Liam (16), Stella (15), Hattie (11), Finn (10) y Beau (6), muy adaptados a su nuevo hogar provisional. La caravana es espaciosa, pero sencilla, nada que ver con esos vehículos de superlujo que tienen algunas celebrities. Tori comentaba: "Mientras nos tengamos los unos a los otros...". Con esta frase dejaba constancia de que en estos momentos sus problemas económicos se ven suavizados por esos instantes irrepetibles, como ella misma lo define, con su familia.
Nada que ver con la imponente mansión en la que pasó sus años de adolescencia junto a sus padres, ubicada en el barrio Holmby Park de Los Ángeles, con 5.250 metros cuadrados con 14 dormitorios, 27 cuartos de baño y otras lujosas e incluso excéntricas comodidades como pista de tenis, bolera, cine, gimnasio y un garaje para más de 100 coches.
Acostumbrada a vivir a todo tren desde que era una niña, Tori ha reconocido que siempre le ha costado controlar sus gastos y llevar a buen término su economía; tiene gustos caros. "Tengo un hábito terrible de negar mi situación financiera. Creo que si no la afronto, entonces no es real", decía en su libro autobiográfico en 2014. Y añadía: "Google piensa que valgo 15 millones de dólares cuando en realidad no tengo ni uno".
Con el paso del tiempo la situación se ha vuelto más complicada y sus problemas de liquidez son reales, más aún tras el divorcio, lo que está complicando las cosas con Dean. Su intención no es quedarse a vivir en esa autocaravana, sería algo transitorio, pero sus dificultades financieras son reales. Fuentes cercanas al canadiense han explicado en el periódico Daily Mail que él está muy preocupado por esta situación. "El objetivo principal de Dean siempre ha sido ser un gran padre. Ama mucho a sus hijos y quiere lo mejor para ellos y luchará con uñas y dientes por ellos. Ahora, con las condiciones de vida de Tori, sus problemas de salud y su vida cargada de drama, Dean está tratando de manejarlo y ayudarlos. Aunque también trata de mantenerse alejado cuando Tori se comporta como Tori", dicen.
Otra de las personas que están sinceramente angustiadas por la situación de Sepllig es su madre, Candy, con la que ha mantenido una relación difícil durante décadas aunque en 2022 hubo un acercamiento entre ellas. Poseedora de una gran fortuna, la viuda del productor Aaron Spelling quiere ayudarla a encontrar un nuevo hogar para que pueda instalarse definitivamente y empezar de cero.