Era el pasado 12 de junio cuando el ex primer ministro y empresario Silvio Berlusconi fallecía a los 86 años de edad a causa de una leucemia. El político dejaba una estratosférica herencia a sus cinco hijos, Marina (57 años), Pier Silvio (54), Bárbara (39), Eleonora (37) y Luigi (34); a su novia, Marta Fascina (33), 53 años más joven que él; a su hermano Paolo y a su colaborador Marcello Dell'Utri, fundador de su partido Forza Italia y condenado en 2014 a siete años de prisión por vínculos con la mafia siciliana Cosa Nostra.

Días después de la muerte del magnate italiano se desvelaba su testamento, en el que dejaba por escrito el efectivo que se llevaría cada uno: 100 millones de euros para Marta, otros 100 a favor de su hermano y 30 para Marcello. Casi 6.000 millones eran para sus sucesores entre empresas, inmuebles, acciones y obras de arte.

Ha sido este pasado 11 de septiembre cuando los cinco se han puesto de acuerdo, han aceptado el reparto de la herencia y han firmado el testamento en la mansión del político en Árcore, a las afueras de Milán, donde su padre residía antes de uno de sus muchos ingresos en el hospital. "Marina, Pier Silvio, Bárbara, Eleonora y Luigi Berlusconi anuncian que han aceptado la herencia de su padre, interpretando sus últimos deseos en total armonía para honrar su recuerdo con profunda gratitud", afirmaban en un comunicado conjunto. Ahora, así queda repartida entre sus hijos.

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Paolo Berlusconi, Marina Berlusconi y Marta Fascina en el entierro de Silvio Berlusconi en Milán. Gtres

Serán los dos mayores, Marina y Pier Silvio, los que tendrán el control de su imperio, Fininvest, uno de los grupos financieros más importantes de Italia y que en Bolsa alcanza los 2.800 millones de euros. 

La primogénita, presidente de Fininvest, y el segundo, al frente del grupo audiovisual Media For Europe, la antigua Mediaset, poseerán juntos el 53% de las acciones del conglomerado familiar. El 47% restante irá a partes iguales a sus tres hermanos. De este modo, los mayores tienen cargos ejecutivos mientras que los tres restantes son mucho más discretos.

De ahí que los nacidos fruto del primer matrimonio de Berlusconi con Carla Elvira Dall’Oglio (83) hayan estado representados en la firma de la herencia por un abogado, Luca Fossati, mientras que los otros tres de la relación de su padre con la actriz Veronica Lario (67), hayan sido asistidos por los letrados Carlo Rimini y Ugo Molinari.

Después de firmar las condiciones del testamento el pasado lunes por la tarde, los hermanos mayores acordaron un pacto social indefinido que establece la voluntad de actuar de manera coordinada en todos los ámbitos de la empresa, según ha informado Il Sore.

El pacto obliga a Marina y a Pier a votar juntos en las decisiones importantes de Fininvest. Este se realizará mediante reuniones que se celebrarán al menos cinco días antes de cada resolución para debatir soluciones estratégicas. Si por el contrario, no se llega a un acuerdo, los dos tendrían otros cinco días para llegar a una decisión común y, si ni aun así consiguen una respuesta conjunta, el pacto se disolvería, afirma el medio. 

Silvio Berlusconi y su hija Barbara. Instagram

Il Cavaliere firmó la que sería su última voluntad el 19 de enero de 2022 en Árcore. "Estoy yendo al San Raffaele. Si no regresara, os ruego que hagáis lo que os digo. De vuestra herencia de todos mis bienes debéis reservar estas donaciones", pidió a sus herederos en una carta, haciendo referencia al importe recibido por los otros tres beneficiarios acordados en el testamento.

Las propiedades y el papel de Marina

Además del conglomerado, son muchas las residencias que el político ha dejado al quinteto: la Villa San Martino, en la mencionada localidad; la Villa Belvedere, en Macherio; la Villa Campari, en el Lago Maggiore; la Villa Certosa, en Cerdeña, la cual estaba tasada en 259.373.950 euros; la Villa Tattilo, en la misma ciudad; Villa Due Palme, en Lampedusa; Villa Gernetto, en Lesmo; Villa Sottocasa, en Vimercate; Villa Zeffirelli, en Roma; Villa La Lampara, en Cannes, Francia; y otras dos propiedades en Antigua, El Caribe.

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Vista aérea de Villa Certosa, la mansión de los escándalos de Berlusconi.

Ahora, será Marina, la 'matriarca' del clan, la que tomará las riendas de todas las empresas, además de su cargo como presidenta en el grupo editorial Mondadori. Es tal su prestigio, que Forbes la incluyó en la lista de las 100 mujeres más poderosas y la única mujer italiana de entre las 50 mujeres más influyentes del mundo.

Es esta misma revista la que ha hecho una estimación del valor que tiene el patrimonio de los cinco. Presenta que la fortuna del magnate supera los 6.300 millones de euros y calcula que Marina y Pier Silvio rozará los 1.800 millones de dólares cada uno, mientras que Barbara, Eleonora y Luigi tendrán casi 1.000 millones de euros cada uno.