Cuando el pasado 27 de mayo, en París, Beyoncé (42 años) invitó al escenario a su hija mayor, Blue Ivy Carter (11), y juntas bailaron a ritmo de MY POWER y BLACK PARADE, dos de las canciones más evocadoras para el movimiento negro en los últimos años, la artista no era consciente de que estaba sentando un precedente.
Una vez más, Queen B fue inspiración para otros performers y así quedó demostrado este fin de semana en Londres cuando Madonna (65) arrancó con su gira The Celebration Tour y, en un momento del espectáculo, al sonar Vogue, uno de los temas más icónicos de Queen Mother -la Reina Madre, como ya se le conoce- apareció Estere (11), una de sus gemelas.
Con un jumpsuit negro y dorado de Versace sin mangas, botas altas de tacón y charol y trenzas kilométricas, la hija de Madonna impactó a los 18.000 asistentes del público con sus limpísimos movimientos mientras su progenitora y el artista Bob The Drag Queen (37) la puntuaban con el clásico 10, 10, 10 across the board de los míticos ballrooms.
El voguing es un tipo de baile que se hizo popular en la década de los 80, en el barrio neoyorquino de Harlem. Se trata de un baile asociado históricamente a la comunidad LGTBIQ+, que encontraba seguridad y capacidad de liberación en los citados ballrooms, espacios donde se reunían para expresarse artísticamente.
La canción y el vídeo de Vogue y el documental Paris is Burning (Jennie Livingston, 1991) fueron documentos audiovisuales cruciales para la popularización de este tipo de baile y su discurso de liberación. Ahora Estere ha brillado haciendo voguing con su madre, Madonna. El cierre de un ciclo.
Stella (11), la gemela de Estere, también hizo una coreografía en el opening show de Madonna. Fue en la canción Don't Tell Me. Stella y Estere fueron adoptadas hace más de una década en Malaui, tras la prematura muerte de su madre biológica durante el parto. Lourdes Leon (27), hija biológica de Madonna por su relación con Carlos Leon (57), también salió al escenario del O2.
Y no sólo ellas, sino que también tocó la batería David Banda, fruto de la relación de Madonna con el director de cine Guy Ritchie (55), y Mercy James (18), que deleitó a todos con su destreza al piano mientras su madre entonaba Bad girl.
The Celebration Tour
Al subir al escenario del O2 londinense, Madonna -con vestido negro y tocado plateado- hizo una fuerte interpretación de su éxito de 1998 Nothing Really Matters, con el que inició esta gira mundial. En el espectáculo, muy esperado por los fans, tuvo como invitado especial a Bob The Drag Queen, vistiendo un elaborado traje de época, que dio la bienvenida a la estrella del pop al escenario.
Esta gira es considerada una "experiencia única" al repasar la trayectoria musical de la cantante que tuvo que posponer este evento hace unos meses tras enfermar a causa de una infección bacteriana que obligó a su hospitalización en Estados Unidos. La Reina tenía previsto comenzar su gira el 15 de julio en Canadá, pero tres semanas antes, su representante, Guy Oseary, informó de que había tenido que ser ingresada en cuidados intensivos.
Tras sus presentaciones en Londres, seguirán otros conciertos en Bélgica, Dinamarca, Suecia y España -donde actuará en el Palau San Jordi de Barcelona, el 1 y 2 de noviembre-, así como Portugal, Francia, Alemania, Italia y Países Bajos. Long Live the Queen!