En nuestro país, el día de Todos los Santos es el momento del año en el que las familias recuerdan a los seres queridos que se han ido a otro mundo. La peregrinación a los cementerios es constante. Es un día triste. Pero también hay que saber que otros países, como México, Estados Unidos o ciertos países africanos se celebra el Día de los Muertos de una forma más festiva como señal de agradecimiento por haber compartido experiencias inolvidables con los vivos.
Este 1 de noviembre, JALEOS hace acopio de memoria para relatar cuáles han sido las muertes más chocantes y sorprendentes de algunas de las celebridades más conocidas. No todo es oro lo que reluce cuando se ha adquirido el tan ansiado estatus de la fama. Según los expertos, el duelo por estos rostros conocidos se debe a los vínculos externos que formamos con ellos ya que se siente como si la gente hubiera perdido un recuerdo de su juventud.
El motivo del reciente fallecimiento de Matthew Perry a los 54 años en el jacuzzi de su casa de Pacific Palisades (California) aún está por desvelarse ya que la Oficina del Médico Forense del Condado de Los Ángeles ha prorrogado la investigación porque la causa no ha podido determinarse en el momento de la autopsia. Unos días antes del fatal desenlace, el protagonista de Friends publicada en Instagram su imagen en el interior del jacuzzi, con aspecto relajado, mirando hacia el horizonte y escuchando música con los cascos.
[Muere Matthew Perry, Chandler en 'Friends', ahogado en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles]
Este deceso hace recordar otros ocurridos en similares condiciones. Concretamente, en la bañera. Los ejemplos más dramáticos fueron los de Whitney Houston y su hija Bobbi Kristina Brown. A la intérprete de I Will Always Love You se la encontraron muerta en la bañera de su suite del Beverly Hilton de Los Ángeles el 12 de febrero de 2012 mientras se estaba preparando para acudir a un fiesta en víspera de la entrega de los Grammy. El ahogamiento accidental se debió a un paro cardíaco en el que influyó la continua ingesta de cocaína así como su problema cardiovascular. Sufrió un paro cardíaco a los 48 años.
Su hija Bobbie Kristina fue encontrada inconsciente en la bañera a los 22 años el 31 de enero de 2015 en su casa de Roswell, en el estado norteamericano de Georgia, falleciendo cinco meses después en el hospital tras haber estado en coma inducido. La autopsia reveló que falleció por una encefalopatía isquémica hipóxica e inmersión bajo el agua con intoxicación por mezcla de drogas. Unos días antes había escrito en su cuenta de Twitter -en la actualidad X- que echaba mucho de menos a su madre.
En nuestro país uno de los ejemplos más surrealistas lo encontramos en Carmina Ordóñez, de cuya muerte se conmemorará el vigésimo aniversario el 23 de julio de 2004 cuando su asistenta se la encontró inconsciente en el baño de su domicilio madrileño en posición de cúbito supino con una esponja en la mano. La investigación policial dio por buena una muerte accidental, pero los rumores sobre qué pasó unas horas antes y con quién estuvo siguen siendo prácticamente un misterio. Sus tres hijos, Fran (49), Cayetano (46) y Julián (37) se negaron a que la autopsia se hiciera pública. Tenía 49 años y desde hacía mucho tiempo había caído en una espiral de autodestrucción.
En un tiempo ya remoto, pero que para los amantes del cine es como si hubiera sido ayer, la vida de la niña prodigio Judy Garland terminó demasiado pronto en el baño de su residencia en el elitista barrio londinense de Belgravia. La protagonista de El mago de Oz estaba arruinada, tremendamente envejecida por sus adicciones, Hacienda la perseguía y de haber sido la estrella más grande del mundo en aquellos momentos tenía que cantar en locales pequeños mientras la gente cenaba. Su quinto marido, el músico y empresario Mickey Deans, la encontró muerta a los 47 años el 27 de junio de 1969 mientras estaba sentada en el retrete de su hogar. Se barajó el suicidio y también una sobredosis accidental de barbitúricos.
A veces, el ámbito de trabajo no es un lugar seguro. Especialmente, para los actores. Brandon Lee se encontraba rodando El cuervo (1994), proyecto que aceptó porque de esa manera se habría alejado de las comparaciones de su famoso padre, el inolvidable Bruce Lee y, según los expertos, se habría convertido en una estrella. Durante el rodaje de una escena de acción, el joven de 28 años cogió una pistola cargada con material de fogueo y al dispararse en el abdomen quedó herido de muerte. Unas horas después falleció. Lo ocurrido el 31 de marzo de 1993 fue un tremendo accidente laboral ya que dentro del arma todavía quedaban restos de una bala real, concretamente, la punta de plomo, sin pólvora. Dos décadas antes, su progenitor murió en vísperas del estreno de Operación Dragón tras tomarse una pastilla para el dolor de cabeza. A sus 32 años gozaba de un excelente estado de salud, pero algo debió pasar porque su deceso se produjo a causa de un edema cerebral. Los últimos rumores apuntaban a que una hiponatremia -exceso de beber líquidos- podría haber sido la causa.
También de un disparo accidental falleció con 26 años el sexy modelo y actor John-Erik Hexum mientras actuaba la serie Camuflaje junto a Jennifer O’Neill (75). Ya había rodado su escena cuando en un momento determinado y fruto del aburrimiento, decidió coger una pistola de utilería para entretener a los presentes jugando a la ruleta rusa. La mala suerte hizo que al girar la recámara y apretar el gatillo contra su sien no sabía que había unos restos mínimos de pólvora que le provocó una fractura en el cráneo. Seis días después del suceso, el hospital certificó su fallecimiento por muerte cerebral el 18 de octubre de 1994.
El último infortunio tiene como protagonista a Alec Baldwin (65), quien sigue siendo investigado por la muerte accidental de la directora de fotografía Halyna Hutchins mientras rodaban Rust en octubre de 2021. El pasado abril la Fiscalía retiró los cargos por homicidio involuntario después de que el actor disparara una pistola. Sin embargo, el portal TMZ publicó hace unos días que los fiscales vuelven a presentar cargos porque se han aportado nuevos detalles a partir de la documentación relacionada con la planificación de la preproducción del filme.
La pasión por los coches de algunas estrellas terminó por apagar sus vidas. El incidente más legendario fue el de James Dean. El protagonista de Rebelde sin causa era un apasionado de la velocidad, por lo que cuando le entregaron el 550 Spyder le faltó tiempo para participar en una carrera de coches. Antes de emprender camino de Los Ángeles a Paso de Robles, a los actores Alec Guinness y Ursula Andress y la cantante Eartha Kitt les dio muy mal rollo aquel Porsche. El intérprete no hizo caso quien desgraciadamente chocó contra otro auto, lo que motivó que se desviara hasta chocar contra un poste. Murió camino del hospital a los 24 años el 30 de septiembre de 1955. Ahí nació la leyenda.
El galán Paul Walker, protagonista junto a Vin Diesel de la saga The Fast & the Furious, también había heredado la pasión del legendario intérprete norteamericano. Al igual que Dean, el actor iba en un Porsche. Un comunicado oficial de sus publicistas certificó que "lamentamos confirmar que Paul murió hoy en un trágico accidente de auto cuando iba rumbo a un evento benéfico de su organización Reach Out Worldwide". Tanto él como el conductor fallecieron en el acto el 30 de noviembre de 2013. Con 40 años dejó huérfana a una adolescente llamada Meadow (24), que en la actualidad ejerce como modelo.
Otros casos conocidos que conmocionaron al mundo fueron los de Steve Irwin, uno de los hombres más queridos de Australia tras presentar El cazador de cocodrilos, que falleció en septiembre de 2006 a los 44 años mientras rodaba un documental en el estado australiano de Queensland. Se encontraba haciendo submarinismo cuando la púa de una raya atravesó su corazón. Aquel suceso dejó sin palabras a toda una nación por la pérdida de uno de los conservacionistas más importantes del mundo. En la actualidad, su hijo Robert (19) vive un auténtico calvario porque algunos de sus más de 4 millones de seguidores en TikTok le siguen recordando a su progenitor.
En vísperas de la Nochebuena de 2016, Carrie Fisher sufría un ataque al corazón minutos antes de que el avión en el que viajaba aterrizara en Los Ángeles. La inolvidable princesa Leia de La guerra de las galaxias tenía 60 años cuando falleció el 27 de diciembre en el UCLA Hospital. A pesar de que habían estado sin hablarse durante largos periodos de su vida, su madre, la legendaria actriz del Hollywood dorado Debbie Reynolds no pudo soportar la pena y falleció al día siguiente. La causa fue un derrame cerebral. A sus 84 años dejaba un legado artístico prácticamente insuperable como Cantando bajo la lluvia (1952).
Otro caso que conmocionó a los fans tuvo como protagonista a otra madre y su hijo. Hablamos de la exuberante modelo de Playboy Anne Nicole Smith y Daniel Wayne. En septiembre de 2006 se encontraba en Nasáu (Bahamas) donde había acudido al hospital para visitar a su progenitora porque acababa de dar a luz a su hija Dannielynn Birkhead (17). Tres días después, el joven falleció a los 20 años de forma accidental tras una sobredosis de antidepresivos y metadona, ésta última robada a Anne Nicole. Desgraciadamente, el 8 de febrero de 2007, a la actriz y personalidad televisiva la encontraron inconsciente en la habitación de su hotel de Florida después de ingerir una sobredosis accidental de psicofármacos con receta médica. En el momento de su defunción tenía 39 años.