A Robbie Williams (49 años) le llegó la fama siendo un adolescente. A los 16 años, se unió a la exitosa banda Take That gracias a la que comenzó a ser reconocido mundialmente. Parecía ser el inicio de una vida marcada por la fama, el éxito y el dinero. Sin embargo, aunque le trajo muchas cosas positivas, también le sumió en una adicción a las drogas y una dura lucha contra la depresión.
Todos estos capítulos de su afamada vida los muestra en su nueva docuserie, Robbie Williams, disponible en streaming desde el pasado 8 de noviembre en Netflix. El documento audiovisual muestra archivos nunca antes vistos de su vida, tanto dentro como fuera de los escenarios, así como sus relaciones amorosas.
Aunque han pasado muchas mujeres por su vida, hay una que marcó su vida y lo sigue haciendo todavía: Ayda Field (44). Le dedica el último de los cuatro episodios de la docuserie, donde habla de sus últimos años a nivel profesional y su relación junto a ella, con quien se casó en 2010.
Se conocieron gracias a un amigo en común y decidieron quedar en casa del artista británico. Unos inicios que no fueron fáciles por todo lo que rodeaba a Robbie Williams: "Vino a mi casa después de estar en la fiesta. Justo me había despedido de mi camella, con la que me acostaba por esa época". Ambos coinciden al explicar cómo se dieron cuenta rápidamente de que no estaban conectando. "La casa estaba sin una luz, era raro. Nos sentamos a hablar y no teníamos nada en común", defiende Ayda, quien además se enteró años después de que él había estado con otra mujer esa misma noche.
"Pensé: 'Esto no funciona. Mejor la llevo a la fiesta de la que ha venido", relata 17 años después Robbie Williams. Pero de camino a esa casa, el ambiente se relajó entre ellos y comenzaron a conectar. "Sentí que el universo se abría", defiende la actriz. Algo parecido le paso al cantante: "Me sentí como si la conociera de toda la vida, pero decidí ignorarlo". Él bajó del coche, entró en una casa, se drogó y salió vomitando. Fue entonces cuando el exmiembro de Take That le relató sus problemas con las drogas: "Me contó que llevaba mucho tiempo sobrio y que ahora había recaído".
Le llevó de regreso a su casa, donde le cuido: "Estaba muy colada por él. Era un artista que tenía muchos problemas. Era un desastre absoluto. Pero era mi pareja, mi alma gemela".
Fue ahí cuando comenzó una de las etapas más complicadas para el artista, en la que pensó incluso en morir: "Es adónde te lleva la droga. Aquello que me hizo triunfar me destruyó". Sus agentes y familiares cercanos decidieron llevarlo a desintoxicación para salvarle de su adicción a las drogas con la que llevaba luchando años.
Esto se unió a una de las decisiones que más marcaron al artista: dejar a Ayda Field. "Me dijo: 'No puedo estar en una relación. No puedo estar contigo. Tengo que dejarte'. Lo entendí porque sabía cómo estaba, pero me vine abajo, era mi alma gemela y me había dejado".
Después de abandonar el centro de desintoxicación, regresó con ella. Una imagen de uno de sus viajes le hace sacar una sonrisa: "Me transmite vida". Los primeros meses los aprovecharon para consolidar su relación: "Es graciosa, no se toma en serio a sí misma, es inteligente y preciosa. Me hace sentir de lujo. Ve lo mejor de mí y yo veo lo mejor de ella".
Durante los primeros años de relación, él estuvo alejado de los micrófonos intentando encontrar de nuevo su esencia y la inspiración musical que había perdido. "Estuve tres años de relación con Rob hasta que por fin conocí a Robbie. Es una persona completamente diferente".
Finalmente, la pareja se daría el 'Sí, quiero' en 2010. Se dieron cita en una ceremonia secreta e íntima celebrada en su casa de Los Ángeles. Desde entonces, la vida de ambos cambió para siempre. Ahora son padres de cuatro hijos: Teddy (11), que tiene una aparición estelar en el cuarto capítulo al cantar Angels, Charlton (8), Colette (5) y Beau (3). Los dos últimos hijos fueron concebidos por vientre de alquiler. "El gran vacío que sentía se ha llenado con cuatro hijos y una mujer. Me dan un objetivo", relata emocionado el artista y añade: "Me dispongo a ser superfeliz".