El artista puertorriqueño Ricky Martin (51 años) puede respirar tranquilo. Este pasado viernes, 8 de diciembre, se ha conocido la noticia de que no se enfrentará a cargos por presuntamente cometer agresión sexual ni violencia doméstica contra su sobrino, quien lo inculpó por dichos actos en julio de 2022, según ha informado el Departamento de Justicia local.
El departamento de Justicia de Puerto Rico explica que la prueba obtenida por la Policía y el Ministerio Público durante el curso de la investigación es inconsistente con las alegaciones y no sustenta las imputaciones. "Ante esto, la Fiscalía de San Juan está impedida de iniciar un proceso criminal en el tribunal", decía el comunicado.
Fue el pasado 2 de julio de 2022 cuando las autoridades del país confirmaban que el cantante de La Mordidita estaba en proceso de diligenciar una orden de alejamiento -que en Latinoamérica se conoce como "orden de protección"-.
El equipo legal de Ricky Martin, Perfect Partners, la firma de relaciones públicas del cantante en Puerto Rico, aseguraba que las alegaciones de violencia doméstica contra el artista eran "completamente falsas". "Estamos seguros de que cuando los verdaderos hechos salgan a la luz en este asunto, nuestro cliente Ricky Martin será plenamente reivindicado", agregaba la nota.
Por aquel entonces, todavía estaba casado con Jwan Yosef y se enfrentaba a una sentencia de 50 años de cárcel si era declarado culpable de violencia doméstica. Así, el cantante demandó a su propio sobrino en septiembre de ese mismo año por extorsión, persecución maliciosa, abuso del derecho, daños y perjuicios.
En octubre de 2022, la jueza del Tribunal de Primera Instancia de San Juan denegó la solicitud de Orden de Protección bajo la Ley de Víctimas de Violencia de Agresión Sexual que el sobrino del artista presentó en su contra, después de escuchar los testimonios del sobrino y del propio artista.
En mayo de este año, su sobrino contrademandó al artista por 10 millones de dólares por daños causados presuntamente por cometer contra él "conducta sexual no consensual" desde que tenía 11 años. Ahora, un año y medio después, obtiene su victoria en la batalla legal.