Chiara Ferragni (36 años) vive su peor crisis reputacional. La influencer italiana, que hasta ahora mantenía una imagen intachable, copa el foco mediático tras ser multada por "práctica comercial incorrecta" por una colaboración con la empresa de confitería Balocco. Aunque ella misma ha pedido perdón públicamente por un supuesto "error de comunicación", su nombre copa titulares en Italia y el mundo entero desde hace una semana. Hasta la primera ministra de su país, Giorgia Meloni (46), se ha pronunciado al respecto.
Las disculpas de la empresaria llegaron tres días después de que se desatara la polémica, mediante una aparente estrategia con la que muestra su cara más 'humilde'.
Fue el pasado 15 de diciembre cuando la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado italiana (AGCOM) anunció una sanción de más de un millón de euros a las empresas de Chiara Ferragni por una "práctica comercial incorrecta" en la venta de unos pandoro -dulce típico de Verona- con fines benéficos en colaboración con Balocco.
[Chiara Ferragni pide perdón y donará un millón de euros tras multa por falsa beneficencia]
El ente sostenía que las sociedades de la italiana "dieron a entender a los consumidores que, al comprar este dulce tradicional navideño de Balocco con el nombre Ferragni, contribuirían a una donación al Hospital Reina Margarita". El donativo en cuestión era de 50.000 euros, pero ya había sido realizada por la compañía de confitería meses antes, mientras que las empresas vinculadas a la influencer recaudaron más de un millón de euros gracias a esta iniciativa.
Ante aquello, Chiara esperó, pero no tardó demasiado en reaccionar. Horas después de la polémica se pronunció al respecto en sus stories de Instagram y tres días después lo hizo con un vídeo publicado en su feed donde dejaba clara su postura.
"He cometido un error de comunicación. Un error que atesoraré en el futuro, separando completamente cualquier actividad benéfica, que siempre he hecho y seguiré haciendo, de actividades comerciales", alegó la italiana, sosteniendo que su "error" fue "de buena fe" y por eso señaló que recurrirá una multa que considera "desproporcionada e injusta". "Mi error permanece, pero quiero que de este error se genere algo constructivo y positivo", sentenció.
Chiara Ferragni habló a sus seguidores a través de un vídeo en el que, con la voz entrecortada, aseguró que para enmendar su fallo donará un millón de euros al hospital Reina Margarita. "Lamentablemente, se pueden cometer errores. Me arrepiento de haberlo hecho y me doy cuenta de que podría haber estado más atenta.
Pero si la sanción final fuera - como espero - inferior a la decidida por la AGCM, la diferencia se sumará al millón de euros. En los próximos días hablaré con el Reina Margarita para entender cómo utilizará el hospital la suma que doné y periódicamente les daré actualizaciones", aseguró la empresaria.
En aquel vídeo, Chiara Ferragni lucía su imagen, si cabe, más humilde y discreta. La influencer, con más de 29 millones de seguidores en Instagram y a la que la revista Forbes ha coronado como la más importante del sector de la moda a nivel mundial, dejaba a un lado los lujos y optada por una apariencia natural, sin maquillaje, con coleta baja y un mono tipo chándal en color gris. Su elección no parecía casual. Este tono simboliza modestia, calma y compostura.
Es uno de sus looks más discretos, pero no por ello más low cost. Es un outfit algo costoso teniendo en cuenta que se trata de un chándal y que no estaría al alcance de todos los bolsillos. Aún así, bate récords en venta.
Según reseña la prensa italiana es de la marca Laneus, cuesta 600 euros y se ha agotado en la web, confirmando que para lo bueno o para lo malo, Chiara Ferragni es una de las grandes influyentes del mundo.
No era la primera vez que la empresaria se mostraba con este look públicamente. El 8 de diciembre también lo lucía en sus redes, pero en un contexto diferente, marcado por el lujo. Chiara presumía del outfit en cuestión en un exclusivo hotel de St. Moritz, Suiza, combinándolo con un bolso Hermès, accesorios plata, maquillaje y su melena rubia suelta. Entonces, la influencer no necesitaba blanquear su imagen.
Desde el vídeo de la disculpa, Chiara Ferragni no ha vuelto a pronunciarse. Se mantiene en un silencio ensordecedor. En este tiempo no ha compartido post ni stories. Tampoco lo ha hecho su marido, Fedez (34), quien sigue esta misma línea hermética mientras se intenta solventar la polémica. En la prensa local hablan de una posible estrategia o de la posibilidad de reflexionar y organizar ideas. En cualquier caso, el tema sigue generando debate.