El pasado lunes, 19 de febrero de 2024, el lujo, el glamour y el brillo de las noches de Marbella perdieron, de súbito, intensidad con el fallecimiento de la princesa Ira von Fürstenberg, a los 83 años, en su casa de Roma. Hija del príncipe austro-húngaro Tassilo von Fürstenberg y de Clara Agnelli, además de nieta del senador Agnelli, el fundador de la Fiat, Ira marcó un antes y un después en el esplendor marbellí.
No en vano, pasó largas temporadas en España, donde se la podía ver disfrutar del maravilloso y exclusivo ambiente de la Costa del Sol. Por si su propio abolengo no fuera suficiente, Virginia Carolina Tereza Pancrazia Galdina von Fürstenberg -ése era su verdadero nombre-, se entroncó, con tan sólo 15 años, con Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, conocido empresario marbellí fundador del Marbella Club.
Fruto de ese matrimonio nacieron Christopher y Hubertus (65), una llegada que inundó de felicidad al matrimonio, pero que no evitó su disolución en 1960. Sin lugar a dudas, uno de los golpes más dolorosos para la princesa Ira fue la pérdida de su hijo mayor, Christopher, en 2006 por causas desconocidas cuando estaba detenido en Bangkok por haber falsificado la fecha de su visado.
Tal y como pudo conocer EL ESPAÑOL, Hubertus y su esposa, Simona Gandolfi, nada más enterarse del triste deceso, cogieron un avión con destino a la capital italiana. Se prevé que sea enterrada en el panteón familiar de los Fürstenberg en Austria. Ira von Fürstenberg murió sin nietos biológicos, pero consideró a los dos hijos que Simona sumó a su matrimonio con Hubertus como si fueron propios.
Ídem ocurre con el propio aristócrata Hubertus: crio y educó a esos hijos como si lo fueran biológicamente. Rodolfo Rudy (27) y Rachele Raky (24) son los dos vástagos que Simona Gandolfi alumbró fruto de su historia de amor con otro hombre que no fue Hubertus. Un romance que ella protagonizó en una suerte de impasse en su amor con el hijo de Ira von Fürstenberg.
Lo cierto es que Hubertus y Simona cuentan con una historia romántica digna de un guion cinematográfico. En los inicios de su noviazgo, ambos atravesaron una grave crisis que les llevó a estar tres años distanciados. En ese tiempo, Simona conoció a otro hombre -de identidad, de momento, desconocida- y trajo al mundo a sus dos hijos. No obstante, la vida volvió a unir a Gandolfi con Hubertus y él acogió a esos niños con los brazos abiertos.
Tanto Rodolfo como Rachele ven en Hubertus a un verdadero padre y la joven, cuentan quienes la conocen, que ha heredado de su abuela, Ira von Fürstenberg, la elegancia, y ya hay quien ha apuntado que será la digna sucesora de la Princesa. Ambos jóvenes están unidos por la vocación por el esquí, y adoran, además, España. De hecho, en el verano de 2017, Rachele tuvo su fiesta de puesta de largo en Marbella, y desde entonces es habitual a la noche marbellí cuando está de vacaciones.
En agosto de 2018, cuando cumplió su mayoría de edad, Rachele puso el punto más cool de la Gala del Cáncer y EL ESPAÑOL estuvo presente. La joven hizo su primera aparición pública al lado de sus padres, el príncipe Hubertus de Hohenlohe y Simona Gandolfi, siendo el centro de atracción de todas las miradas.
Vestida de negro con tules transparentes y con un look ultramoderno y glamuroso, acaparó las miradas de propios y extraños en una gala que se ha perpetuado en los veranos de Marbella como un clásico, y donde las nuevas generaciones de la jet han empezado a hacer su aparición con entidad propia.
Un ejemplo claro es el de esta joven, vivo retrato del renacer de la Marbella de la jet del príncipe Alfonso de Hohenlohe. Rachele conserva las mismas aficiones de su madre, y le encanta el tema del diseño. En una boutique de Marbella Club, madre e hija disfrutan de las creaciones de las Gandolfi, que comparten con diferentes marcas internacionales, y que la han convertido en un lugar de referencia dentro de la originalidad y de las nuevas tendencias.
Ese año, Hubertus atendió a EL ESPAÑOL y afirmó que Rachele era la niña de sus ojos. "Es una gran esquiadora, lo hace fantásticamente bien, esquía desde muy pequeñita y le gusta el diseño y la publicidad como a su madre. Es grande", declaró. En estos años, la joven es también una habitual en las fiestas que organiza Hubertus en Marbella Club, el hotel más emblemático de Europa para la aristocracia.
Hubertus conforma una bonita familia con su alma gemela, Simona Gandolfi, con la que vive a caballo entre Cortina d’Ampezzo, en los Alpes donde les encanta a los dos esquiar en invierno, Marbella y Ronda. En 2019, los padres de Rachele Raky se casaron en un castillo en Vaduz, capital de Lichtenstein.
En concreto, el enlace tuvo lugar en el castillo del príncipe Juan Adán II, donde se celebró también el 'sí, quiero' entre Alfonso de Hohenlohe y Marilis, su tercera mujer, en 1991.
Hace unos días, poco antes de morir su madre, Hubertus, en el marco del Día de San Valentín, le dedicó estas palabras a su razón de amor, Simona: "Anoche fue nuestro 30 aniversario, nos conocimos en los Juegos Olímpicos de Lillehammer en el día de San Valentín", comenzaba su declaración de amor a su pareja por el Día de los Enamorados.
Añadía: "Tenemos suerte de compartir nuestras vidas juntos. Haces que mis días sean más mágicos... y más deliciosos. Si quieres buena comida en tu mesa, patatas fritas, una dama de Bolonia. Hasta el final".