Este lunes, 15 de abril, ha comenzado en Nueva York el juicio penal contra Donald Trump (77 años), acusado de realizar unos pagos irregulares de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels (45) para comprar su silencio durante la campaña electoral de 2016 para que no desvelase la relación extramarital que el magnate mantuvo con ella en 2006, cuando no había entrado todavía en política. El político niega todo.
Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un expresidente se sienta en el banquillo de los acusados de un juicio penal, un acontecimiento que marcará el futuro político del país y, en concreto, del propio Trump, una hazaña que ha logrado la estrella de cine para adultos.
Trump se enfrenta a 34 delitos de fraude y podría significar su ingreso en prisión. Así, el conocido como caso Stormy Daniels podría frenar su regreso a la Casa Blanca durante las elecciones presidenciales de noviembre, pese a que no le privaría presentarse como candidato republicano.
Quién es Stormy Daniels
La mujer que se esconde detrás del proceso legal más grave contra un expresidente de EE.UU. es natural de Baton Rouge, Luisiana. Nació en 1979, su nombre real es Stephanie Gregory Clifford y su gran pasión son los caballos.
Su sueño era ser veterinaria o periodista, pero su modelo de familia monoparental -sus padres se divorciaron y sólo le crio su madre, a quien le costaba llegar a fin de mes- le obligó a rechazar ese futuro y ganarse la vida como pudiera. Empezó como stripper en un local cercano a su casa y ello le abrió las puertas al mundo de la pornografía.
Fue en la década de los 2000 cuando empezó a hacerse un hueco en la industria. Adoptó un nombre artístico extraído, por un lado, del nombre que el bajista de Mötley Crüe -una de sus bandas de rock favoritas-, Nikki Six, le dio a su hija, Storm, y por otro lado, como referencia a su amor por el whisky Jack Daniels. De ahí surgió Stormy Daniels. Stephanie quedó atrás.
En pocos años se convirtió en una de las actrices del cine para adultos más importantes, una posición que le permitió tanto protagonizar como producir sus propias películas. Por su trabajo como directora, Daniels obtuvo varios premios de la revista Adult Video News (AVN), considerados los equivalentes de los Oscar de la industria pornográfica, entre otros. Además, en 2014 su nombre fue añadido a los salones de la fama de la revista AVN y de la organización X-Rated Critics Organization.
Su repercusión en el sector de cine X fue tal que apareció en el videoclip de Maroon 5 para su canción Wake Up Call y en la película Virgen a los 40, protagonizada por Steve Carell (61) y Paul Rudd (55).
En 2010 quiso aspirar a más, intentando adentrarse en el mundo de la política. Llegó a declararse como candidata republicana y presentó su campaña para disputarle el escaño a David Vitter. Sin embargo, tiempo después retiró la candidatura, alegando que no era "la mejor persona para el puesto" pese a creer que ella era "mejor opción que el senador que ya tienen".
En cuanto a sus relaciones sentimentales, ha estado casada cuatro veces. Con Pat Myne, Mike Moz -con quien protagonizó un altercado en su domicilio y fue detenida por un delito de violencia doméstica-, Glendon Crain -que le pidió el divorcio tras enterarse del escándalo de Trump- y con Barrett Blade, con quien contrajo matrimonio en 2022. También tiene una hija.
Su relación con Trump
Según publicó The Guardian, Daniels conoció a Trump en 2006 en un exclusivo torneo de golf en Lake Tahoe, California. Stormy señaló que un guardaespaldas del político la invitó a cenar y que luego tuvieron relaciones sexuales en su habitación de hotel, pese a que ya estaba casado con Melania Trump (53).
The Wall Street Journal desveló el 12 de enero de 2018 que el abogado personal de Donald Trump, Michael Cohen, le sobornó a Daniels con 130.000 dólares por guardar silencio en octubre de 2016, poco antes de las elecciones presidenciales, para negar haber tenido una relación con Trump tiempo atrás.
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El 13 de febrero de 2018, Cohen reconoció públicamente dicho pago, asegurando que lo hizo con sus propios fondos y negando que ese dinero proviniera de The Trump Organization o de su campaña presidencial. Así, el propio Cohen rompió el acuerdo de confidencialidad y Daniels pudo demandar a Trump, alegando la nulidad del acuerdo ya que el propio expresidente no llegó a firmarlo. La querella fue desestimada y el juez ordenó a la actriz pagar 300.000 dólares a Trump por costes legales.
Sin embargo, la Fiscalía de Manhattan ya había abierto una investigación para analizar el presunto papel de Trump en varios pagos encubiertos que incluía el de Daniels y que habría violado las normas de financiación electoral de la campaña de 2016. Ahora, el juez del sonado caso determinará el origen de dichos pagos y el futuro de Trump, el cual podría verse seriamente truncado.