En el mítico boulevard La Croisette, junto a la playa y a pocos metros del Palacio de Festivales, se erige el Hotel Martínez, el prestigioso refugio de las estrellas más aclamadas durante la celebración del Festival de Cannes. Este año no ha sido la excepción y hasta allí ya se han desplazado conocidas celebridades, como la afamada actriz Jane Fonda. (86 años)
Vips de la talla de la intérprete estadounidense desfilarán por sus instalaciones hasta el próximo 25 de mayo cuando terminará la 77ª edición de una de las galas de cine más aclamadas, en la que también confluyen temas relacionados con la moda y la crónica social. La misma situación se produce en el Hotel Martínez, un símbolo del Festival y de la historia de Cannes.
En su página web, el alojamiento se autodefine con una descripción más que acertada: "Un legendario hotel de lujo que encarna la alegría de la Costa Azul". Sus instalaciones esconden 95 años de crónica social, pero sus cimientos guardan historias memorables, ligados a la monarquía y a España. El enclave, de hecho, tiene una fuerte conexión con el pasado del emérito Juan Carlos (86).
Antes de convertirse en un alojamiento de Art Déco, el hotel Martínez fue el escenario de nacimientos, matrimonios y fallecimientos de la familia de los condes de Caserta. Conocida como Villa Marie Thérèse, durante cinco décadas fue propiedad de Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, bisabuelo materno Juan Carlos I.
La villa la adquirió un prestigioso empresario de la época, llamado Emmanuel Martínez, nacido en 1882 en Palermo, descendiente de una noble familia italiana y presumiblemente de origen español por su apellido. La compra incluyó un terreno colindante con vistas al mar y se efectuó en 1927. El hotel, sin embargo, no se inauguró hasta dos años después.
Desde entonces y hasta la actualidad ha sido un referente para la jet set. No obstante, entre sus anécdotas hay mucho más que realeza, cine y glamour.
A Emmanuel Martínez se le acusó de colaboracionista por, presuntamente, vender las acciones del hotel a Mandel Szkolnikoff, un magnate catalogado como colaborador nazi. El multimillonario, nacido en Bielorrusia y definido como judío apátrida, acumuló una gran fortuna por vender textiles para fabricar los uniformes del ejército alemán. Sus ganancias, principalmente, las invirtió en inmuebles y alojamientos de lujo de la Costa Azul, como el Hotel Martínez.
Al empresario de Palermo y con origen español se le confiscó el hotel por haberlo vendido en plena Segunda Guerra Mundial a uno de los mayores colaboradores de los nazis. Aunque en 1949 fue absuelto en el Tribunal Superior de Justicia de Lyon tras ser acusado de colaboración con el enemigo, Martínez nunca recuperó su joya hotelera. Murió el 15 de octubre de 1973 en Génova, a los 91 años y arruinado. Actualmente, el alojamiento forma parte de Constellation Hotels Holding, un fondo de inversión catarí.
A día de hoy, el Hotel Martínez es una joya del Art Déco, refugio de la alta sociedad y de las estrellas del cine. Por sus estancias han pasado vips como Grace Kelly, Bruce Willis (69), Clint Eastwood (93), Eva Longoria (49) o Scarlett Johansson (39).
De cinco estrellas, cuenta con 410 habitaciones -entre suites y dormitorios-, que son una oda al icónico estilo de la Riviera Francesa. Aunque fueron renovadas en 2018, mantienen su característica esencia. El precio por noche puede alcanzar, como mínimo, los 1.700 euros.
El Hotel Martínez tiene playa privada, varios restaurantes, piscinas, gimnasio y spa. Ofrece todo tipo servicios y comodidades, sólo al alcance de estrellas como las que desfilarán en la 77ª edición del Festival de Cannes.