Danielle Riley Keough, nieta de Elvis Presley, ha presentado una demanda para detener la subasta de Graceland, la legendaria mansión del fallecido cantante en Memphis, que estaba prevista para el 23 de mayo, tal y como informa la cadena CNN.
Danielle, nieta del cantante y actual titular de la propiedad, alega en su demanda un fraude por parte de la supuesta empresa que está detrás de la subasta que, según dice, no existe y no tiene derechos sobre la propiedad.
Riley Keough, actriz e hija de la fallecida Lisa Marie Presley, quiere conseguir una orden de paralización temporal de cualquier intento de venta antes de que un tribunal se pronuncie sobre el fondo del asunto, según documentos judiciales obtenidos por la CNN.
El origen del conflicto con la mítica mansión se creó después de que Lisa Marie Presley pidiera, supuestamente, un préstamo de 3,8 millones de dólares a una empresa financiera y diera como garantía una escritura de fideicomiso de Graceland.
La hija de Elvis y madre de Keough falleció en enero de 2023. Lisa Marie Presley era la única heredera de Graceland y del patrimonio de su padre cuando éste murió en 1977 que ha alcanzado un valor de cientos de millones de dólares, explica CNN.
"Estos documentos son fraudulentos", alega Keough en su demanda. "Lisa Marie Presley nunca pidió dinero prestado a la compañía financiera y nunca le cedió el fideicomiso", precisa.
La demanda alega que esa compañía, que responde al nombre de Naussany Investments & Private Lending LLC y que asegura tener la escritura, "parece ser una entidad falsa creada con el propósito de defraudar", según la cadena estadounidense. Graceland se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos del sur de Estados Unidos y durante años fue la segunda casa más visitada del país después de la Casa Blanca, asegura CNN.
La historia de la casa
Elvis Presley adquirió esta mansión por un total de 100.000 dólares cuando apenas tenía 22 años gracias al ascenso meteórico que había experimentando su carrera musical. Fue un regalo para sus padres y la convirtió en su residencia habitual. El cantante se mudó a la villa con sus padres en 1957 después de comprársela a un granjero que la llamó Graceland en honor a su hija Grace.
Se trata de un complejo de seis hectáreas -ahora valorado en 100 millones de dólares- que cuenta con 23 habitaciones, jardines, establos y hasta una verja diseñada por el artista, que vivió allí hasta 1977.
Fue aquí donde el rey del rock murió a los 42 años de un infarto el 16 de agosto de 1977. Tan sólo cinco años después su viuda, Priscilla, decidió convertirla en un museo para sufragar su mantenimiento de más de medio millón de dólares al año. Desde su apertura al público en 1982, se ha convertido en un lugar de peregrinación para los seguidores de Elvis y uno de los domicilios más visitados del mundo con una media anual de 650.000 turistas.
La mayor parte de la familia Presley está enterrada en el jardín de Graceland, incluido Elvis y los padres del icono del rock, Gladys y Vernon. Lisa Marie Presley, única hija del cantante, también fue enterrada en este lugar.