Cuando Michael Jackson debutó con cinco años junto a sus hermanos en la célebre banda The Jackson 5 se abría la puerta a nueva era en la música. Bajo la tutela de Joe Jackson, un padre abusador que imponía la disciplina a base de palizas e insultos, sus hijos varones coronaron el éxito. En total grabaron 15 álbumes hasta 1975, pero el artista empezó a volar en solitario en 1971 con casi seis años. Este fue el origen de un cantante que batiría decenas de récords Guinness hasta su fallecimiento el 25 de junio de 2009. Este martes se conmemora el 15º aniversario de su partida.
Al artista se le reconoce como el rey del pop, pero pocos saben que ostentaba ese título desde 1992, entre otras cuestiones gracias al rey de Sanwi, que gobierna una pequeña región de Costa de Marfil. Jackson visitó varias veces este país que fue protectorado de Francia.
Hay que romontarse a 1979 cuando se convirtió en una figura global con el lanzamiento de Off the Wall, producido por su íntimo amigo el egregio productor Quincy Jones (91), quien en la actualidad atesora una fortuna de 330 millones de euros. Pero sin duda, en 1982 marcó un hito histórico con Thriller, cuyo videoclip aterró los hogares españoles en las navidades de aquel año y que hasta la fecha ha vendido más de 70 millones de copias en el mundo. Sigue liderando la lista del Libro Guinness de los Récords.
A este respecto se ha de decir que es el único solista en figurar en el listado de los más vendidos de la historia, ya que Bad (1987) ha alcanzado los 45 millones de copias, Dangerous (1991) los 32 millones, Faith (1987) con 25 millones y HIStory (1995) con 22 millones.
A principios de los 80, la sexualidad de Jackson aún no era cuestionada. Sus romances promocionales con las ex niñas prodigio Tatum O’Neal (60) y Brooke Shields (59) le pusieron en la mira de la prensa del corazón que saboreó las mieles de las ventas de revistas y programas de televisión cuando se casaron en 1994 en la República Dominicana. El rey del pop y la hija del rey del rock formaron una de las parejas más surrealistas del panorama internacional. Nadie creía en su amor, pero sí en la amistad, ya que se conocieron cuando ella tenía seis años y él 15. 20 meses después del enlace se divorciaron.
Muchos vieron en aquel enlace una manera de tapar el escándalo que señalaba a Jackson como el supuesto abusador sexual de Jordan Chandler, un adolescente de 13 años que llegó a vivir temporalmente con el cantante en el rancho Neverland. A Michael le encantaba estar rodeado de jóvenes, ya que en el fondo padecía lo que los expertos denominan el síndrome de Peter Pan.
Siempre mostró su vulnerabilidad hacia los más pequeños. En 1985 escribió la emblemática canción We Are the World para recaudar fondos que ayudaría a paliar la épica hambruna de Etiopía. Asimismo, en 1992 creó la fundación Heal the World con el propósito de ayudar a los niños más desabastecidos del mundo.
El padre de Jordan no tardó en rentabilizar las acusaciones con un acuerdo extrajudicial de 20 millones de dólares. ¿Había admitido el cantante su culpabilidad o pagaba para parar el circo mediático? La sombra de la duda siempre planeó sobre Michael, quien a partir de aquel momento tuvo una diana como blanco de los paparazzi.
Jordan confesó en 2009 que había mentido porque su progenitor quería salir de la pobreza y, tras ello, se suicidó en su apartamento de Nueva Jersey de un disparo en la cabeza.
Contra todo pronóstico, Michael dejó boquiabiertos a todos cuando volvió a casarse unos meses después de su separación de Lisa Marie con la enfermera Debbie Rowe, con quien satisfizo su deseo de ser padre en tres ocasiones. Sus herederos directos son Prince Michael I (27), Paris (26) y Prince Michael II (22), que el pasado mes de marzo fueron fotografiados juntos por primera vez en 12 años en la inauguración del musical MJ: The Musical. Tres años después de la boda, llegó el divorcio.
En unas sorprendentes declaraciones en el documental The Michael Jackson Interview: The Footage You were Never Meant to See, Debbie declaró que se prestó a los deseos del cantante para que él se convirtiera en padre, no para que ella se convirtiera en madre.
"El título de padre te lo ganas. Yo no he hecho absolutamente nada para ganarme ese título. Michael se encargó de la crianza. Yo no lo hice para ser madre. No cambié pañales. No me levantaba en mitad de la noche, ni siquiera cuando estaba allí. Michael lo hacía todo", comentó. Al fin y al cabo, su 'sacrificio' fue bien remunerado porque recibió 8,5 millones de dólares tras el acuerdo por la disolución de su matrimonio. Una cifra irrisoria si tenemos en cuenta la fortuna del intérprete de Billie Jean.
A nivel económico, Jackson era indestructible. Según Forbes, en 1984, con sólo 15 años, había ganado 50 millones de dólares; en 1987 ingresó 36 millones; en 1989 alcanzó los 125 millones y en 1991 ya tenía una fortuna de 230 millones de dólares. A lo largo de la década de los 90 sus ganancias oscilaron entre los 20 y los 45 millones. Con semejantes ganancias no resulta extraño que en 1987 comprara Neverland, el rancho maldito de algo más de 1.000 hectáreas ubicado en Santa Ynez, en el condado de Santa Bárbara (California).
En la propiedad cumplió todos sueños. Instaló un parque de atracciones, un zoológico privado, un ferrocarril, un cine y un sinfín de lujos poco vistos hasta en ese momento en la soleada California. Allí concedió sus dos entrevistas más conocidas con Oprah Winfrey (70), Barbara Walters y Martin Bashir (61), quien en 2021 fue defenestrado de la BBC al quedar probado que había engañado a lady Di para conseguir su aclamada entrevista en 1995.
A la reina de la televisión, convertida en la primera afroamericana milmillonaria de la historia moderna, le llovieron un sinfín de críticas porque se consideraba que había sido demasiado intrusiva. Con 90 millones de espectadores se había convertido en la entrevista más vista de la televisión donde de manera incisiva le preguntó si era virgen, qué sentía al invitar a niños a su rancho, cuántas cirugías se había hecho…
En el aire se concatenaban los rumores que aseguraban que se había blanqueado la piel, si dormía en una cámara hiperbárica, si había comprado los huesos del hombre Elefante, etc. De manera inocente, el artista confesó que le gustaba estar rodeado de niños porque quería darles felicidad y que sólo se había retocado la nariz para facilitarle el canto.
La llega del nuevo milenio no trajo cosas buenas para Jackson, quien a nivel personal y artístico había empezado a caer en barrena. En 2003, Gavin Arvizo acusó a la estrella de propasarse y de haber dormido con él, pero el FBI no encontró pruebas suficientes para culparle. La llega al juicio de Michael en 2005 es una de las imágenes más terribles de su vida ya que apareció sostenido por dos ayudantes, con la piel muy blanca y cubierto del sol por un paraguas. Su fragilidad era evidente. Aquella confesión del joven provocó que el cantante perdiera ofertas de trabajo y que algunos patrocinadores le retiraran su apoyo económico.
Después de que 70 policías entraran en Neverland, Jackson dejó de considerar su rancho como su residencia principal. Se sentía violado y profanado por unos registros que consideró insultantes. Dos años después le embargaron el rancho porque debía 24,5 millones de dólares. Tras muchos tira y afloja llegó a un acuerdo con una firma de inversión a la que le cedía la mayoría de las hectáreas de la propiedad a cambio de efectivo. Su declive a nivel de imagen y las deudas acumuladas le obligaron a malvender a Colony Capital por 22.5 millones.
Atrás quedaba aquellas felices épocas en las que se divertía con amigos y, en especial, con la compañía de su inseparable chimpancé, Bubbles, que a sus 41 años vive en el Center for Great Apes en Wauchula (Florida). Allí recibe todos los mimos y cuidados necesarios gracias al aporte de los 30.000 dólares que recibe el centro de parte de la herencia del músico.
Considerado el lugar de los horrores, Neverland fue variando de precio a lo largo de los siguientes años. En 2015 pedían 100 millones de dólares, pero finalmente el dueño del club privado Soho House lo compró por una quinta parte de su valor en 2020. Su cotización había caído dramáticamente en el sector inmobiliario.
En esos momentos tan difíciles siempre se encontró arropado su intimísima amiga Elizabeth Taylor, a la que consideró como una segunda madre. La leyenda de los ojos violeta no dudó en apoyarle públicamente llegando a viajar desde la otra parte del mundo en varias ocasiones. En ella, Jackson encontró a una persona que le entendía perfectamente ya que ambos habían sacrificado su infancia en aras del éxito por unos progenitores ávidos por ser millonarios. Madonna (65) también fue uno de sus amparos. Al fin y al cabo, ella es la reina del pop.
Tras varios achaques de salud, Michael Jackson falleció en su mansión a causa de una intoxicación aguda por propofol. Se abrió una investigación al considerarse que su médico privado le había prescrito infinidad de drogas sin un control autorizado. Entre los asistentes más destacados en su funeral en el Forest Lawn Memorial Park en Glendale (California) figuró Elizabeth Taylor, cuyo estado de salud se había agravado considerablemente. La imagen de la luminaria encogió los corazones de sus fans. Dos años después falleció y fue enterrada en el mismo lugar que su íntimo amigo.
Desde entonces, ha habido un sinfín de batallas por controlar la vasta herencia de Michael Jackson, que independientemente de los millones que tenía y los royalties que recibía, tenía deudas valoradas en otros cientos de millones. La última disputa enfrentaba a la matriarca, Katherine (94) con sus tres nietos, Paris, Prince Michael I y Prince Michael II. Además, hay que añadir el daño reputacional propiciado por Wade Robson y James Safechuck que confesaron en el documental de HBO Leaving Neverland los supuestos abusos sufridos por la leyenda del pop. "Michael Jackson abusó de nosotros cientos de veces", alegaron.
Tras varios fallos judiciales en los que se desestimaron sus demandas, la Corte de Apelaciones de California reabrió el caso el año pasado. Ya en sus cuarenta, Robson y Safechuck siguen afirmando que sufrieron abusos cuando eran unos niños en el rancho Neverland donde se casó por octava y última vez Elizabeth Taylor con el obrero de la construcción Larry Fortensky. Si un juez da la razón a las supuestas víctimas, el personal de MJJ Productions Inc., a quienes consideran cómplices al ayudar a Jackson en la preparación, el abuso sexual y el encubrimiento serán los responsables de desembolsar una millonaria indemnización a no ser que lleguen a un acuerdo extrajudicial que también tendría muchos ceros.