Céline Dion (56 años) ha brillado como hacía tiempo este pasado viernes, 26 de julio, en la lluviosa noche parisina que enmarcó la inauguración de los Juegos Olímpicos 2024. Dion hizo una reaparición triunfal en la apertura de los Juegos. Desde lo alto de la torre Eiffel, Céline, aquejada del síndrome de la persona rígida, versionó el Hymne à l'amour, de Edith Piaf.
Ella, todo un ejemplo de superación, de lucha, de batallar contra la enfermedad, brindó el majestuoso broche final a las casi cuatro horas de ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, celebrada a lo largo del río Sena, justo en el momento en el que la llama olímpica se elevaba en un globo aerostático sobre los Jardines de las Tullerías.
Una figura emergió por sorpresa en la torre, y la potente voz que entonó la melodía de Piaf reveló que se trataba de la cantante de All by Myself. Tras la actuación, Dion ha reaparecido en redes sociales con un emotivo mensaje y unas deslumbrantes fotografías de su gran noche. "¡Me siento honrada de haber actuado esta noche, para la ceremonia de apertura de París 2024", comienza su post.
Y añade Dion: "Y tan llena de alegría de estar de vuelta en una de mis ciudades favoritas! Sobre todo, estoy muy feliz de celebrar a estos increíbles atletas, con todas sus historias de sacrificio y determinación, dolor y perseverancia". En otro orden de cosas, Céline ha enviado un esperanzador mensaje de ánimo a todos los atletas que estos días compiten en los Juegos.
"Todos ustedes han estado tan concentrados en su sueño, y si se llevan o no una medalla a casa, ¡espero que estar aquí signifique que se ha hecho realidad para ustedes! Todos deberían estar tan orgullosos, sabemos lo duro que han trabajado para ser los mejores de los mejores. Mantente concentrado, sigue adelante, ¡mi corazón está con vosotros!".
Su actuación en la Ciudad de la Luz no sólo ha supuesto el regreso de la cantante a los escenarios, sino también ha dado una lección y se ha convertido en un ejemplo de superación para los millones de personas. Céline Dion apareció en escena con un elegante e impecable look de Alta Costura de Dior.
Ha sido ésta su primera actuación en directo después de cuatro años y justo un año y medio después de que revelara un diagnóstico de síndrome de la persona rígida (SPS). Hay que recordar que la cantante de My Heart Will Go On, la legendaria banda sonora de la película Titanic, se vio obligada a cancelar un concierto en Las Vegas en el año 2021, a pesar de haberse preparado con varios meses de antelación.
Fue tan sólo un año después, cuando la cantante publicaría un vídeo a través de sus redes sociales en el que se abría como nunca lo había hecho anteriormente. "Antes no estaba preparada para contar la realidad, pero ahora sí lo estoy. Estoy trabajando duro para volver a actuar en un escenario, pero reconozco que me está costando más de lo que pensaba. Lo único que sé hacer es cantar. Es lo único que se me da bien".
Los medios se paralizaron cuando la cantante reveló que padecía el 'síndrome de la persona rígida', una patología que daña al sistema nervioso y afecta a una de cada millón de personas, siendo considerada por tanto una enfermedad rara y de la que no hay apenas información. El pasado mes de junio, Céline quiso compartir su sufrimiento en un documental biográfico que está disponible en la plataforma Prime Video.
Su durísima vida
"He viajado muchísimo, pero lo cierto es que no he visto prácticamente nada". Con estas duras palabras daba comienzo el impactante y emocionante documental de la vida de Céline Dion, quien hace partícipe al espectador de su complicada y silenciada realidad.
La cantante se abre en canal al revelar que lleva 17 años sintiendo espasmos en la voz. "Una mañana desayunando comencé a notar cómo la voz se me agudizaba. No me preocupé porque pensaba que sería lo normal tras una noche de concierto".
No obstante, el acontecimiento que empujó definitivamente a la canadiense a dar el gran paso de sincerarse con el público fue el masivo consumo de ansiolíticos que tenía que tomar para poder llegar a las altas notas a las que estaba acostumbrada. "Necesitaba medicarme para ser funcional. Llegó un punto en el que no tenía control de las pastillas que llegué a consumir, pero supongo que el show tenía que continuar".
Si bien son varias las veces que la cantante hace entumecer al público cuando se rompe al hablar de su pasión por la música, hay una que lapida desde su escucha: "Antes de que el síndrome me afectase gravemente, mi voz era lo que guiaba mi vida, yo solo la seguía".
Madre de tres varones, René-Charles (23); y los mellizos, Nelson y Eddy (14), la cantante perdió al padre de sus pequeños hace ya siete años a causa de un cáncer de garganta, lo que supuso una triste noticia para la canadiense porque, a pesar de la gran diferencia de edad entre ambos, siempre lo ha recordado como el amor de su vida.