Tal y como estaba previsto, este sábado, 24 de agosto, se ha celebrado el funeral del celebérrimo actor francés Alain Delon, fallecido el domingo pasado a los 88 años de edad. El artista ha sido enterrado en una ceremonia pequeña y privada en los terrenos de la propiedad donde vivía, en Douchy, la gran propiedad que compró en 1971.
El funeral ha tenido lugar a las cinco de la tarde, pero antes de este momento, por la mañana, a las puertas de la residencia de Delon, en el Château de la Brûlerie, se ha producido una escena cargada de emoción. También de mucho dolor.
Una emotiva despedida en forma de homenaje que han encabezado los dos hijos varones del intérprete, Anthony y Alain-Fabien Delon. Ambos hermanos han decidido cruzar la gran puerta metálica de la residencia de Delon para encontrarse con los fans de éste, y ser testigos, en primera persona, del inmenso cariño, afecto y admiración que le profesaron en vida -y ahora, una vez fallecido- a su padre.
Flores, retratos hechos a mano y rúbricas de todo tipo han ocupado gran parte de la fachada del que fue el hogar del intérprete de El gatopardo.
Frente a las coronas de flores depositadas en las inmediaciones de la casa, Anthony y Alain-Fabien han leído, visiblemente nerviosos y atribulados, una suerte de manuscrito que llevaban garabateado en un folio.
Embargados por la emoción y rotos por momentos, los dos hermanos han entonado en voz alta el comunicado que llevaban en la mano, frente a los reporteros y cámaras que han retransmitido el acto fúnebre.
También han tenido momentos Anthony y Alain-Fabien de poder charlar con algunos seguidores de su progenitor, quienes les han trasladado sus condolencias.
Tras este momento, los dos vástagos del eterno galán han abandonado el lugar. Ahí, se ha producido una tierna imagen, la del hermano mayor rodeando con su brazo la espalda del más pequeño, en un claro gesto protector.
Puntualizar que el entierro de Alain Delon se ha realizado siguiendo los deseos del intérprete de títulos como Rocco y sus hermanos o A pleno sol, quien deseaba ser despedido en la intimidad, en la pequeña capilla que hizo construir a tal efecto en la propiedad donde residía hacía varias décadas.
También quería ser inhumado allí mismo, donde también reposan sus numerosos perros. A esos efectos, la prefectura -delegación del Gobierno- de la región de Loiret le había dado luz verde en vida, por lo que la familia tendrá la autorización en cuanto sea solicitada.
A las exequias ha acudido también, presumiblemente la única hija del actor, Anouchka -aunque no hay, de momento, fotografías suyas-, y los dos varones, Anthony y Alain-Fabien. No han estado solos, pues se han sumado cerca de 40 personas, íntimas del actor.
Entre los asistentes no ha estado la cuidadora del intérprete en la recta final de su vida, Hiromi Rollin, repudiada por el clan Delon. El actor había manifestado públicamente en numerosas ocasiones que a su muerte no deseaba grandes homenajes nacionales, tal y como el Estado francés suele ofrecer para despedir a las grandes figuras de la cultura (como ocurrió, por ejemplo, con Jean-Paul Belmondo en 2021).
Esa posibilidad, por tanto, parece prácticamente descartada, pero se baraja aún la opción de una ceremonia posterior, menos solemne, para que el mundo del cine y sus admiradores puedan rendirle un último homenaje.
Alain Delon había rechazado públicamente esa clase de tributos solemnes, sobre todo si incluían la presencia de figuras políticas. "No, no, especialmente no", había contestado en 2018 a la periodista Catherine Ceylac, en una entrevista en el programa Thé ou Café, al ser preguntado si quería un gran homenaje póstumo al estilo de Johnny Hallyday o Charles Aznavour.
"Se me entierra como a todo el mundo -prosiguió-, pero, sobre todo, no como a esas personas".