El pasado lunes, 26 de agosto, una de las noticias más duras para Mariah Carey (55 años) se hacía realidad. Su hermana, Alison Carey, y su madre, Patricia Hickey, fallecían el pasado fin de semana, el mismo día, dejando un profundo dolor en la cantante.

La reconocida artista emitía un comunicado a través de People en el que, sin revelar mayores detalles sobre lo ocurrido, lamentaba enormemente la pérdida de ambas: "Tengo el corazón roto por haber perdido a mi madre el pasado fin de semana. Lamentablemente, en una serie de trágicos acontecimientos, mi hermana perdió la vida el mismo día".

Sin embargo, en vida, el vínculo de Mariah con su progenitora y su hermana no fue nada sencillo y, pese a que durante sus últimos años zanjaron sus problemas y se mostraron mucho más cercanas, su relación ha estado cargada de altibajos en los que las demandas, crisis y reproches públicos copaban los titulares de la crónica social.

Mariah Carey, en una imagen de archivo. Gtres

La cantante de All I Want For Christmas Is You es la menor de los tres hijos de Patricia y Alfred Carey. La expareja dio la bienvenida al hermano de Mariah, Morgan, en 1960 y a su hermana Alison en 1963 antes de tener a Mariah el 27 de marzo de 1969 en Long Island, Nueva York. Sin embargo, cuando Mariah tenía apenas tres años, sus padres se divorciaron, y ella pasó a vivir principalmente con su madre, que era irlandesa-estadounidense, mientras que su padre era venezolano. De hecho, la relación interracial de sus padres fue fuente de conflicto con la familia materna desde los inicios

The Meaning of Mariah Carey, el libro publicado en 2020 en el que la cantante reflejaba sus memorias fue un punto de inflexión en la relación con su familia, pues Carey hacía públicas los innumerables conflictos a los que tuvo que hacer frente durante años con su madre y sus dos hermanos

Este libro de sus memorias recoge la infancia de Mariah Carey contada en primera persona, donde recuerda que el vínculo con sus familiares más cercanos llegó a causarle "dolor y mucha confusión"

"Por mi salud mental y tranquilidad, mi terapeuta me animó a cambiar literalmente el nombre y la estructura de mi familia" recogió Mariah. "Mi madre se convirtió en Pat para mí, Morgan en mi exhermano y Alison en mi exhermana... Tuve que dejar de esperar que un día milagrosamente se convirtieran en la mamá, el hermano mayor y la hermana mayor con los que fantaseaba", confesaba la artista en sus memorias. 

Desde que era pequeña, la relación entre Mariah y su madre Patricia no ha sido un camino de rosas. Los conflictos y los malos hábitos han estado presentes en todo momento. De hecho, la artista llegó a describir la relación con su madre como "una cuerda espinosa de orgullo, dolor, vergüenza, gratitud, celos, admiración y decepción".

Sin embargo, lejos de quedarse en algo de la infancia o adolescencia, los problemas no dejaron de aumentar cuando Mariah se convirtió en una de las artistas mejores pagadas de la industria musical. Los celos profesionales, pues la progenitora era cantante de ópera, y no haberla protegido durante su infancia, son algunos de los reproches más duros que la estrella le hizo en aquel libro.

Mariah Carey junto a su madre, en una imagen de redes sociales. Instagram

Pat -como llamaba de forma cariñosa a su madre- llegó a confesarle a su hija que "nunca llegaría a convertirse en la mitad de buena cantante que soy yo". Una de tantas situaciones en las que una joven Mariah Carey tenía que agachar la cabeza ante los dañinos comentarios de su madre. 

Sin embargo, todo esto pareció no haber sido suficiente y el amor hacia su madre se antepuso, pues la cantante dedicó su libro a su madre, afirmando que "creo que hizo lo mejor que pudo", y mantuvieron la relación hasta su reciente fallecimiento a los 87 años. En la carta haciendo pública la noticia afirma "Me siento bendecida de haber podido pasar la última semana con mi madre antes de que falleciera"

Sus hermanos, Morgan y Alison, no corrieron la misma suerte, y la relación con ellos fue mucho más trágica. A lo largo de su libro, Mariah hace varias reflexiones sobre la turbulenta relación con Alison y escribe que su hermana estaba "profundamente herida", pero también "la persona más brillante y rota que he conocido".

Mariah y Alison Carey, en una imagen de archivo. Facebook

Mariah Carey reconocía en su libro ser plenamente consciente de que Alison presenció "cosas que un niño nunca debería ver" antes de que naciera Mariah y eso la afectó profundamente. Todo esto, según la visión de la afamada cantante, llevó a su hermana a tener problemas con el alcohol y las drogas. De hecho, Carey confiesa que su hermana llegó a obligarle a consumirlas cuando era tan solo una niña

"Mi hermana me drogó con Valium, me ofreció una uña del meñique llena de cocaína, me provocó quemaduras de tercer grado y trató de venderme a un proxeneta", escribió en el libro.

Alison, que era madre de tres hijos y una hija, negó las acusaciones y, poco después de la publicación del libro, demandó a Mariah en febrero de 2021 por 1,25 millones de dólares, alegando que la cantante le infligió intencionalmente "angustia emocional" al compartir historias que la "humillaban" deliberadamente.

En sus memorias, Mariah también contó la relación de su hermano con sus padres, Patricia y Alfred, revelando varios incidentes violentos que tuvo que vivir por culpa de su hermano Morgan. De hecho, detalló un capítulo en el que su hermano supuestamente empujó a su madre tan fuerte contra la pared que ella se desmayó en el suelo.

"De repente se escuchó un ruido fuerte y agudo, como un disparo de verdad", escribió Mariah. "Mi hermano había empujado a mi madre con tanta fuerza que su cuerpo se estrelló contra la pared, produciendo un fuerte crujido".

Un mes después de que Alison presentara una demanda contra Mariah, Morgan hizo lo mismo y demandó a su hermana menor por difamación en marzo de 2021. Alegó que el libro de Mariah le costó oportunidades laborales y que ella describió falsamente su comportamiento. Sin embargo, esta demanda todavía no ha sido resuelta

Mariah Carey junto a su hermano Morgan, en una imagen de archivo.

Aunque la artista reconoció en el último adiós a su hermana y su madre que la relación había mejorado, lo cierto es que el conflicto legal con su hermano Morgan y el hecho de que el libro continúe a la venta han puesto de nuevo a la artista en el foco de todas las miradas