El pasado miércoles, 26 de febrero, los cuerpos sin vida de Gene Hackman, de 95 años, y el de su mujer, Betsy Arakawa, de 63, han aparecido en su casa de Santa Fe, en Nuevo México. Junto a ellos se encontraba también la mascota de la pareja. La estampa resulta, como poco, conmovedora. E insólita. Puede que por ello la noticia de su fallecimiento ha corrido como la pólvora. En cuestión de minutos, el mundo entero se ha quedado en shock. Nadie se acordaba ya de este actor quien, a pesar de haber ganado dos Oscar, llevaba dos décadas en el más profundo ostracismo.
Ha sido tras conocer su muerte cuando muchos han tirado de memoria. Sí, Gene Hackman es un actor sobradamente conocido, que ha participado en películas tan míticas como Bonnie & Clyde (1967) El jovencito Frankenstein (1974), Superman (1978) y Superman II (1980), Los Tenenbaums. Una familia de genios (2001) o French Connection (1971) y Sin perdón (1992), por solo citar algunas. Por las dos últimas, por cierto recibió sendas estatuillas de la Academia.
Pero, ¿quién era la mujer que le ha acompañado hasta el final de sus días? Betsy Arakawa, de origen hawaiano, fue su segunda esposa. De perfil bajo, jamás le interesaron los focos. Durante los años que estuvo junto a Hackman, jamás copó titulares de la prensa rosa. En muy contadas ocasiones acompañaba al estadounidense en actos públicos. Solo cuando era imprescindible. De carácter tímido y "extremadamente reservada", le huía a la fama como a la peste.
Gene Hackman se casó en dos ocasiones y tuvo tres hijos de su primer matrimonio.
Arakawa era pianista de música clásica. Ella y el intérprete se conocieron a mediados de los años ochenta en un gimnasio en California. Ella tenía 32 años menos que él. Pero la diferencia de edad nunca fue un obstáculo para ellos. Ambos compartían el gusto por una vida sencilla, alejada de los flashes de Hollywood.
Les gustaba dar paseos juntos, disfrutar de la naturaleza y del arte. Los dos sentían devoción por la música, la literatura y la pintura. A tan nobles tareas, por cierto, se entregó Hackman en las dos últimas décadas.
Tras retirarse el séptimo arte, Hackham se dedicó por completo a la pintura, uno de sus hobbies. También participó en doblajes. Incluso llevó a escribir varios libros: Payback at Morning Peak (2011), sobre el viejo Oeste americano, y Pursuit (2013), un thriller policial. Fue también coautor de tres obras de ficción histórica con el arqueólogo submarino Daniel Lenihan. Todo ello fue posible gracias a la apacible vida que llevaba junto a su segunda mujer. Tan sosegados fueron sus últimos 25 años que tuvo tiempo de tocar otros palos de su faceta creativa.
El artista no dudó en otorgarle méritos a su pareja de su talento en el ámbito de la narrativa. "Si tengo un estilo es el resultado de repetidas ediciones, sugerencias de amigos y las lecturas inquebrantables y específicas de mi esposa", explicó en el año 2014 en el pódcast Writer's Bone.
Betsy Arakawa estuvo al lado del actor desde que se casaron, en 1991, hasta su último aliento. Durante sus primeros años de casados vivieron en Los Ángeles. En los años noventa fijarían su residencia en una espectacular mansión en Santa Fe, Nuevo México.
Una mansión que reformaron por completo, bajo la minuciosa supervisión de Arakawa, quien quería "una mezcla de los estilos pueblo y colonial de Nuevo México y barroco español", tal y como reza People. El resultado fue tan impresionante que la vivienda apareció en un amplio reportaje en la revista Architectural Digest. En este remanso de paz -y lujo silencioso- pasaban gran parte de su tiempo. Era su templo sagrado, donde les encantaba leer o ver juntos películas y programas de televisión.
"Donde vivimos, en Santa Fe, uno puede vivir su propia vida y no dejarse molestar por los últimos chismes", confesaría él sobre la casa de sus sueños, en la que ha sido hallado muerto.
Gene Hackman, con su segunda mujer, en una imagen de archivo.
Arakawa fue el gran amor en la vida de Gene Hackman. Pero no fue el único. El actor se casó dos veces. La primeva vez fue con Fay Maltese, en 1956. Juntos tuvieron tres hijos: Christopher, Leslie y Elisabeth. Se separaron después de 30 años de convivencia, en 1986. Tras el divorcio se especuló que el motivo de la ruptura podría haber sido un affaire con Betsy Arakawa. Él siempre lo negó.
En una entrevista con South Florida Sun-Sentinel, dejó claro que que nunca abandonó a su primera esposa por una infidelidad. "No dejé a mi esposa en la vida real por una mujer más joven. Simplemente nos distanciamos. Nos perdimos de vista. Cuando trabajas en este negocio el matrimonio requiere mucho trabajo y amor", explicó. Entonces, Hackman tenía 79 años y su relación con su segunda mujer estaba más que consolidada.
Curiosamente, la pareja nunca tuvo descendencia. Es probable que los problemas de salud de Hackman tuvieran algo que ver en su decisión de no tener hijos. Ya en el año 2009 empezó a sufrir problemas de corazón como consecuencia del estrés que le producía su labor frente a las cámaras.
En el año 2021, en una entrevista con The Post, reconocío que participar en un largometraje le resultaba agotador. "Hacer películas siempre ha sido arriesgado, tanto física como emocionalmente, pero elijo considerar esa película como un momento en una carrera accidentada de aciertos y errores", dijo.
Hackman pasó las dos últimas décadas de su vida alejado de la Meca del cine. Y enfermo. Fue fotografiado por la prensa por última vez en marzo de 2024, con señales visibles de desmejoría física y una delgadez preocupante. A su lado se encontraba su compañera sentimental, quien jamás se separó de él, siempre en un discreto segundo plano. Y hasta el mismísimo instante de su muerte.