Lo de Véronique y Zinedine fue un flechazo. La francesa pero de padres almerienses, tenía 19 años, era una majorette que estudiaba primero de Biología. Él, con 17 años, jugaba en un equipo de Cannes.
Les presentó un amigo de ella en 1989, en una discoteca del hotel de París, dónde esta se hospedaba. Desde ese momento, nunca se han separado. Se casaron en 1993 y tienen cuatro hijos, Enzo, de 20 años; Luca, de 17; Theo, de 13, y Elyaz, de 10 años. Todos ellos grandes promesas del fútbol.
Véronique logró plaza en una prestigiosa escuela superior de danza de Cannes, pero tuvo que abandonar su sueño para seguir los pasos de su marido. "Yo siempre he seguido sus pantalones en todos estos años, y he sido muy feliz de hacerlo. Valió la pena abandonar la danza clásica por él, créame", declaró en una entrevista al periódico La Stampa.
Su entorno la define como una mujer dulce y conciliadora, muy perseverante que siempre consigue lo que quiere. De hecho, dicen que fue decisión de ella, apostar por el Real Madrid y por quedarse a vivir en la capital, incluso cuando él dejó de ser titular. Además de español habla italiano, francés e inglés.
A ambos les gustan los españoles, su forma de vivir y de disfrutar de la vida. Ella es profeta en su tierra, bueno en la de sus padres, el Chive, una pedanía del municipio almeriense de Lubrín (Almería) de no más de 80 habitantes en invierno y que triplica su población en verano. Cuando acuden en verano, revolucionan el pueblo.
Verónique es una mujer discreta que no suele conceder entrevistas y a la que le gustan las compras y las marcas de lujo. Vive en una espectacular casa en Los Lagos I, uno de los mejores barrios de la elitista urbanización de La Finca. Zidane quería una piscina con cataratas en el jardín y Joaquín Torres, el arquitecto del proyecto tuvo que contratar a un diseñador especializado en parques de atracciones. Torres ha confesado que el ex futbolista francés y él acabaron hartos el uno del otro y ninguno de los dos quedo contento con el resultado final.
Ahora Verónique estará en el punto de mira de todos los flashes. Su predecesora Monserrat Seara, esposa de Benítez y cum laude en Derecho no ha tenido ningún protagonismo. Al parecer prefería Liverpool a Madrid. Sin embargo la majorette, podría cogerle el gusto al palco.