Cada vez son más empleados y empleadores los que se suman al teletrabajo. Esta manera de trabajar puede implicar muchas ventajas, como conciliar la vida profesional y la vida privada. De esta manera también podrás organizar tus días según los objetivos que tengas que cumplir sin tener que estar desperdiciando horas en la oficina porque tienes un horario establecido de entrada y salida. Sin embargo, trabajar desde casa implica una buena dosis de autodisciplina para cumplir la eficiencia que cualquier empresa solicita (sí, incluso si eres freelance). Estos consejos pueden ayudarte a aumentar tu productividad:
1. Levántate temprano
Que no tengas que acudir a la oficina no significa que puedas permitirte levantarte a la hora que te dé la gana. El trabajo es trabajo, da igual que estés en casa o estés en un despacho. Ponte el despertador como si lo hicieras para ir a trabajar a la oficina.
2. Desayuna
Primordial. No te sientes directamente en tu escritorio y te pongas a escribir, mandar e-mails, hacer cuentas o lo que implique tu trabajo. Tómate tu tiempo para desperezarte, tomar un buen café y unas buenas tostadas. Aunque tampoco deberás demorarte demasiado: tienes objetivos que cumplir.
3. Aséate
En serio, es muy importante. Trabajar desde casa puede resultar el agravio de tu aseo personal, total ¿quién te va a ver, verdad? Lo cierto es que mantener una buena condición de higiene es importante. Te sentirás más cómodo y con la mente más fresca, por lo tanto rendirás mejor, aunque sigas con el pijama puesto.
4. Prepara un espacio confortable
No puedes trabajar desde la cama, el sofá o en el salón desordenado tras la cena que diste ayer con tus amigos. Asegúrate de crear un espacio idóneo para el trabajo, con un escritorio limpio y ordenado.
5. Planifica bien tus días (y cumple el plan)
En la vida laboral no se puede improvisar y dejar pasar el tiempo con ‘lo que surja’.
Antes de acostarte deberás saber qué planes profesionales tienes para el día siguiente, qué actividades quieres realizar y a qué horas. Esto permitirá reducir el estrés que causa la desorganización.
6. Comienza con lo más importante
s primordial que alcances tus objetivos con un ritmo que te permita respirar. Aunque no te apetezca, si te pones primero con las tareas más importantes podrás completar los proyectos más cercanos y te sentirás más realizada y eficiente.
7. Pausas
No olvides hacer descansos al menos cada dos horas de trabajo. Puedes incluso ponerte objetivos. Por ejemplo, cuando termines de hacer las primeras llamadas y mandar los e-mails más urgentes, prepárate un té o recoge tu cuarto. Luego vuelve a tus labores. Durante los descansos (de no más de 20-30 minutos) puedes hacer lo que quieras: bajar al quiosco a comprar el periódico, ir a tomarte un café o bailar frente al espejo. ¡Lo que quieras!
8. No te olvides de comer
Para eso debes tener la despensa llena. Muchas veces, cuando traemos el trabajo a casa, se crean hábitos poco saludables como es el de olvidarse de comer o de ir a la compra. Debes tener claro que la alimentación es fundamental. ¡No queremos que te mueras por inanición!
9. Haz deporte
Trabajar desde casa implica muchas veces no levantarse de la silla en muchas horas. Apúntate al gimnasio más cercano y, según la planificación de tus tareas laborales, ajusta un horario para hacer deporte. No tienes por qué esperar a terminar la jornada, puedes dividirte el día en partes: trabajar unas cuantas horas por la mañana, ir al gimnasio antes de la hora de la comida y después volver a retomar el trabajo que te falta por realizar. Si a esa hora no dan la clase de aerodance o zumba que tanto te gusta, puedes realizar todo el trabajo del tirón, como una jornada intensiva (aunque con sus debidas pausas), para poder asistir más tarde al gimnasio. Y, ¿por qué no? También existe la opción de levantarse antes del horario establecido para asistir a la clase de spinning que imparten a primera hora. Empezarás el día con más energía.
10. Sal de casa
Cuando tu hogar se convierte también en tu espacio de trabajo podemos entrar en un bucle de reclusión nada apropiado para una vida saludable. No olvides que trabajar desde casa no implica aumentar el horario laboral y acuérdate de tener también vida social. Eso sí, si quedas con amigos, no los invites a casa, así tendrás una excusa para salir y dejar de ser un ermitaño. También puedes planear algún que otro día trabajar desde un espacio público como una biblioteca o incluso en algún café con wifi incorporado.