A un año de que se cumpla el décimo aniversario de la muerte Michael Jackson, la firma Balmain homenajeó en su desfile de París al cantante, cuyo famoso estilismo de lentejuelas, mocasines negros y calcetines blancos fue revisado en pasarela con los colores de la bandera francesa.
Esta fue la particular manera para el diseñador de la maison, Olivier Rousteing (32), de recordar el estilo y la música de un artista que "siempre ha ofrecido un mensaje de celebración, esperanza y de cambio", según comentó el creador en una nota que recibieron los invitados en la última jornada de la Semana de la Moda Hombre.
Valiéndose de varios de los salones del Ministerio de Asuntos Exteriores de la capital francesa, que fueron especialmente decorados para la ocasión con espejos dorados en el suelo a juego con los espectaculares candelabros y frescos de las salas, Balmain modernizó su tradicional silueta barroca.
Las exageradas hombreras de la firma se repitieron en los diseños para hombre, pero también en algunos estilismos de mujer de la precolección primavera-verano 2019, con lentejuelas que dieron forma a estampados gráficos o pequeños espejos para conseguir un efecto ochentero y un poco disco.
En su juventud, Jackson representó para Rousteing la puerta a la cultura estadounidense, que en este caso sirvió de inspiración también para construir un estilismo con reminiscencias de universidad de los años 50: anchos cardigans multicolores y pantalones por encima del tobillo.
Al ritmo de Bad, Black or White o They don't care about us, medio centenar de modelos desfilaron con un estilo más alternativo del que la marca acostumbra, con sudaderas de estampados musicales (similares a los de camisetas de rock y heavy metal) y deportivas de botín, a la altura del tobillo.
La paleta de colores, blanco, azul y rojo, no fue sin embargo otro guiño hacia Estados Unidos, sino una referencia a Francia, donde la marca tiene su taller y en el que trabaja las prendas con técnicas de Alta Costura, sobre todo cuando se trata de creaciones con abalorios o trajes que requieren una gran precisión. La guinda de esta alianza franco-estadounidense fueron las rayas marineras, que poblaron la línea diurna del desfile.
La colección femenina incluyó varios vestidos de noche con corte asimétrico, tanto en mangas (dejando los hombros a la vista) como en las faldas, que fueron de muy minis a largas colas.
Balmain notó haber cambiado su desfile al domingo por la mañana (normalmente tiene lugar el sábado por la tarde), por lo que la afluencia de celebridades no fue tan alta como es habitual, ni entre los invitados ni en el elenco de modelos, que siempre suele contar con reconocidos top models.
En esta última jornada de la pasarela parisina, donde desde el pasado martes se sucedieron cerca de cincuenta desfiles con las propuestas masculinas para el verano 2019, también fue el turno de Lanvin, que escogió el sótano del Palais de Tokyo para presentar su propuesta.
El diseñador Lucas Ossendrijver (48) continuó su línea de sastrería deportiva, una seña de identidad del holandés, que apuesta desde hace varias temporadas por confeccionar prendas para el día a día con tejidos de alta calidad o usar telas inglesas de traje en prendas urbanas.
"No se trata de hacer o no ropa urbana o de si te gusta este estilo o no. Para mí, se trata de encontrar un nuevo tipo de elegancia, un nuevo tipo de sofisticación y un nuevo lenguaje", dijo entre bambalinas a la prensa Ossendrijver.
En su nueva propuesta de primavera, destacaron las parkas e impermeables anchos sobre trajes en tallas grandes y de corte recto, estilo años 90.
Los jerséis de raya tipo grunge completaron el conjunto mientras que en accesorios no faltó la pieza que ha aparecido en cada uno de los desfiles de esta temporada: los zapatos de deporte y, cuanto más grandes sean, mejor.
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