Incansable búsqueda, un montón de pruebas, mirar y remirar catálogos, visitar tiendas… ¡Por fin tienes tu vestido de novia ideal! Ese que llevarás el día de tu boda y te hará sentir la mujer más especial del mundo. Sin embargo, el vestido en muchas ocasiones va acompañado de otros complementos que también forman parte indispensable del look nupcial, uno de ellos muy importante: el velo o el tocado, ¿o los dos? Desde El Taller de Bagatela comparten sus consejos de estilo:

Tocado con velo o sin velo, ¿cómo acertar?

- Lo más importante, sé fiel a tu estilo. No te dejes arrastrar ni por opiniones o tendencias. Una vez tengas el vestido, decide cómo combinarás el resto de accesorios. 

- El peinado. Olvídate de las modas y elige aquel con el que más cómoda te sientas y refleje mejor tu estilo.

- Tu elección. ¿Quieres o no llevar velo? Si la respuesta es afirmativa, adelante. Si la respuesta es negativa, elige un bonito tocado que te haga olvidar que no llevas velo. 

Estoy indecisa, ¿puedo llevar ambas cosas?

Por supuesto. El velo es totalmente compatible con un tocado. Además, es probable que el velo lo lleves solo en el momento de la ceremonia. Al desprenderte de él, el protagonismo recaerá en el tocado que hayas elegido.

"Combinar el velo con un tocado es muy fácil: puedes llevarlo en la parte baja sujeto a un moño y al tocado, puedes llevarlo en la parte alta de forma tradicional, también velo tradicional y tocado a un lado, para que se vea cuando te lo quites, sujeto a una diadema, corona o tiara. Las posibilidades son infinitas", afirma Isabel García, directora creativa de El Taller de Bagatela.

Según Isabel, en la actualidad se confeccionan tocados muy sofisticados con perlas, flores, plumas, plata, etc. Acompaña el tocado de un bonito recogido, semirecogido, melena con mucho volumen, con grandes ondas, etc.

¿Y si elijo por separado?

También es una buena opción. Puedes perfectamente elegir un velo acorde con el estilo de tu vestido para la ceremonia, y quitarlo para el banquete. Se recomienda incluir el tocado antes de entrar a la recepción. Es decir, tras la sesión de fotos y antes de que comience el banquete. Ese es buen momento para hacer un cambio rápido de look y dejar a todos tus invitados sorprendidos con el tocado y en algunas ocasiones el nuevo peinado.

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