Como cantaba Alaska y Dinarama, "ajeno a las modas que viene y van", Custo ha subido a la pasarela madrileña una colección de prendas "inclasificables", ideada para una mujer que quiere darse un capricho, que le ha convertido este domingo en el rey del glam.
"Quiero que el consumidor se emocione con algo auténtico, algo especial", ha explicado Custo Dalmau antes de subir a la pasarela su nueva propuesta para el otoño. Insta Glam, su nuevo trabajo, es una clara referencia a los sueños que se plasman en Instagram, red social en la que "la imagen es clave y donde la moda tiene un escaparate mundial", añade.
"La gente tiene ya mucha ropa en el armario y se aburre. Propongo el deseo de adquirir una prenda por puro capricho, por la emoción que te provoca", dice Dalmau, que ha llegado de Punta del Este (Uruguay) donde ha presentado la colección anterior.
Y con esa intención, el diseñador desgrana sobre la pasarela el poder de la individualidad con abrigos de espiga a los que incorpora pelo rojo sintético o patrones de inspiración deportiva a los que incrusta brillos, pailletes, panteras sobre tejidos joya, prendas que deslumbran en una mezcla de textiles que parecen imposibles, pero que funcionan.
Una colección invernal, con mucha luz, en la que no faltan vestidos livianos, despegados del cuerpo, tan oversize como los abrigos y bombers que los cubren, metalizados y dorados, que en ambas propuestas destacan por los apliques metálicos y relieves de animales engarzados tanto en delanteros como en espalda.
"El consumidor ya no gasta en ropa, mira siempre la etiqueta, el dinero que cuesta la prenda"; por eso, ha querido enamorarle, hacerle soñar con lo que puede llegar a tener y que se plantee comprar, comenta Dalmau, que percibe cómo en Estados Unidos el dinero fluye, mientras que en Europa las ventas se estancan.
Los diseños que se han visto en la pasarela de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid los traslada el próximo día 9 de febrero a la ciudad de los rascacielos, una colección que amplía con ocho modelos más. Un paso que espera con ansia porque la Gran Manzana abraza su libertad siempre con gran acogida. Custo vende en puntos tan dispares como Nueva York, Hong Kong, Buenos Aires o en Abu Dabi, ciudades con gustos y necesidades diferentes, para las que ha desarrollado su particular universo brillante.
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