¿Quién dice que las alpargatas no son para el invierno? ¿Y para una boda? Este calzado, cómodo a la par que elegante, puede convertirse en una opción perfecta para las novias.
1. Comodidad y elegancia. Las alpargatas, con cuña, de tacón o planas, son la mejor opción cuando se busca comodidad, pero sobre todo cuando no se quiere renunciar a la elegancia.
"Cada vez son más las novias que deciden celebrar sus bodas en invierno, y no por ello han de elegir un zapato menos vistoso o prescindir de una sandalia o una alpargata. Si hay vestidos confeccionados especialmente para el invierno, ¿por qué no también alpargatas?", ha explicado la diseñadora Lisa López.
2. Diferentes tejidos. En invierno, una de las cuestiones más importantes es elegir bien el tipo de tejido. Hay telas que son más útiles para confeccionar unas alpargatas en invierno para que la novia pueda llevar sus pies protegidos del frío sin renunciar a su estilo. Uno de los trucos de algunos diseñadores es poner una doble tela menor fría para que no existan problemas de temperatura; o simplemente recomendar a las novias unas alpargatas cerradas o de terciopelo.
3. Originalidad. Cuando se habla de zapatos de novia, siempre se piensa en tacón, blanco o incómodo. Sin embargo, las alpargatas son una opción original con la que tener un toque diferente este día tan especial. Además, hay multitud de tipos que permiten encontrar el modelo perfecto para cada tipo de persona: bajas o altas, cerradas o abiertas, de terciopelo, con lazos de colores...
4. Cambio de look. Son muchas las novias que optan por lucir un segundo look para el baile y este calzado es una segunda opción cómoda con la que poder bailar hasta el amanecer sin que se resientan los pies.
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