A punto de comenzar con las comidas y reuniones que protagonizan estas Navidades, conviene prepararlo todo, incluso la piel, para conseguir en tiempo récord que luzcan sin hinchazón, rojeces ni hematomas. Todo ello sin necesidad de pasar por el quirófano.
En la actualidad existen multitud de tratamientos con los que poder brillar con luz propia esta Navidad. La doctora Marjorie Garcerant, especialista en medicina estética y Nuclear de las clínicas Instimed, ha querido desterrar algunos mitos en torno a los tratamientos y ofrecer algunos consejos para los que están pensado en retocarse.
1. En primer lugar, es fundamental que desterremos la idea de que sólo las personas mayores pueden someterse a este tipo de tratamientos. Hoy en día son susceptibles de tratar pacientes de todas las edades.
2. En el caso de mujeres muy jóvenes, de entre 20 y 30 años, nos interesa conseguir mayor luminosidad en la piel, por lo que lo más indicado será realizarles un peeling, con el cual retiremos las células muertas y consigamos un aspecto saludable y sin brillos. Se trata de un tratamiento totalmente seguro que no produce descamación posterior ni enrojecimiento y, además, permite usar maquillaje inmediatamente después de llevarlo a cabo. La sesión dura entre 15 y 30 minutos y no necesita más cuidados que un alto factor de protección solar.
Además, para aportar mayor luminosidad a las pieles más jóvenes, existe otra técnica de inyección de un producto hidratante sólo en aquellas zonas donde se coloca el iluminador del maquillaje. Los resultados se ven al instante, ya que se consigue el efecto de un rostro maquillado sin estarlo. La sesión dura unos 45 minutos y los resultados son visibles durante dos meses.
3.- Si lo que necesita nuestra piel es elevar los niveles de hidratación (algo muy útil a cualquier edad) lo que se debe hacer será aplicar un producto totalmente novedoso, que combina a la perfección el ácido hialurónico con el glicerol, una sustancia altamente hidratante, muy conocida por ser uno de los componentes de muchos jabones y cremas.
Esta combinación ha revolucionado la aplicación de agentes hidratantes de la piel mediante la infiltración, ya que se aplica con una microcánula (dispositivo especialmente diseñado para inyectar toda la cara con un solo punto de inyección y sin dejar hematomas) y con la distribución que consideremos necesaria vamos a hidratar desde las capas más profundas de la piel a las más superficiales.
Con esta técnica se consigue un triple efecto: mejoraremos el tono de la piel, la flacidez y atenuaremos, notablemente, las arruguitas finas. La sesión dura unos 40 minutos y, como en el caso del tratamiento anterior, el efecto es inmediato. Además, la paciente podrá maquillarse y sus efectos duran un par de meses, aunque también existen protocolos de mantenimiento a lo largo del año.
4.- En algunos casos, lo que necesitamos es tensar el óvalo facial. Para ello utilizaremos un producto que induzca la formación de colágeno del propio paciente, muy diluido, para que no se inflame la zona a tratar. La aplicaremos con una microcánula que evitará la aparición de hematomas.
Esta sesión tiene un efecto flash, para que sea efectiva durante las fiestas, pero, lo ventajoso de este tratamiento, es que sigue actuando durante los siguientes nueve meses. La sesión dura media hora y permite maquillarse inmediatamente después.
Para que estos tratamientos sean realmente efectivos, lo más importante es que los lleven a cabo los mejores especialistas y que, tanto los productos, como la técnica que se apliquen, sean los más adecuados. De este modo conseguiremos un aspecto radiante en tiempo record sin hematomas, hinchazón ni rojeces.
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