Las calles de Tokio son las pasarelas de moda más populares del mundo: en ellas, cada peatón -especialmente los jóvenes- parece un modelo y exhibe su particular estilo, lo que ha llevado a las marcas emergentes de moda españolas a inspirarse en ellas para importar las tendencias tokiotas.
"Está claro que Japón está de moda y cada vez lo estará más teniendo en cuenta que tantas marcas europeas lo utilizan para inspirarse", asegura a Efe el cofundador de la pujante empresa barcelonesa de gafas de sol Meller, Sergi Benet, una compañía que ha visitado Tokio en varias ocasiones, la última de ellas este septiembre, para capturar in situ las tendencias.
No son los únicos: los jóvenes madrileños creadores de los populares zapatos Pompeii, uno de los referentes nacionales como caso de emprendimiento exitoso en el sector, visitaron el pasado noviembre la capital nipona para encontrar la inspiración en el coqueto barrio de Aoyama.
"Para una marca que se alimenta de las tendencias, viajar es la mejor forma para empaparse y captar la esencia de los estilismos de los ciudadanos de a pie, y aún más en el caso de Tokio, con su personalidad inconfundible", resalta Benet, que define la moda japonesa como "la más inspiradora y ecléctica que existe".
Según explica, es en las calles de Tokio donde se ven plasmadas "de forma contundente" las tendencias que llevan tiempo triunfando en las pasarelas, pero que todavía pueden parecer extrañas para los estándares del occidental de a pie.
"Lo que en Europa puede parecer arriesgado, en Japón se considera un prenda más, otras forma de comunicarse. Es algo que está quizás más arraigado en su cultura", añade Benet en una entrevista por correo electrónico.
Fusión entre modernidad y tradición
Para muchos jóvenes japoneses que pasean por el barrio de Shibuya, uno de los epicentros mundiales de la moda, ya se acabó la era de los pantalones pitillos y los que dominan ahora son anchos desde la cintura, lo que se suma al uso de accesorios como gorros o bolsos de colores y texturas llamativas.
"Reinan las siluetas anchas y de cintura alta, los gorros holgados, el athleisure (uso de ropa tradicionalmente deportiva en contextos más formales), la superposición y los accesorios retro", describe Benet.
Una de las características de la moda japonesa, según explica, es la capacidad de compaginar las nuevas tendencias con la propia tradición nipona, un aspecto que es el que más llama la atención de la directora creativa de la marca barcelonesa Olend, Adriana Dumon, especializada en mochilas, bolsos y riñoneras.
"Japón se ha ido introduciendo en mi cabeza desde siempre y a la hora de diseñar se muestra muy presente en las formas y colores. El estilo japonés que más me fascina es más tradicional y cotidiano, la ropa de trabajo, militar...", explica a Efe Dumon, que no se siente tan atraída por la estética manga que se desarrolló en el país nipón durante las últimas décadas.
Para esta diseñadora, especialmente inspirada con las revisiones de prendas tradicionales como los kimonos, la relevancia de la moda japonesa no se define solo por el peso diseñadores nipones como Yohji Yamamoto o Issey Miyake, sino también por toda la influencia que tiene en otros creadores de todo el mundo que la incorporan a sus obras.
Internet y Seúl amenazan el liderazgo tokiota
"Conozco a varias compañeras del sector que van a menudo y me parece muy buena idea: estar allí y empaparte de la ciudad, visitar tiendas de segunda mano, vivir la experiencia al completo", reflexiona Dumon, que planea visitar pronto la ciudad y ya ha tenido acercamientos mediante Internet y las redes sociales.
No se trata de un caso aislado; el analista de tendencias de moda y lujo Javier Plazas señala que el acceso a la información por medio de Internet y las redes sociales ha hecho que los viajes de prospección o trabajo de campo a ciudades como Tokio se hayan reducido.
"Algo que mantendrá a Tokio como una de las ciudades de referencias en moda y lujo son las experiencias que generan en los puntos de venta", explica Plazas, que incide que profesionales y clientes son atraídos por la posibilidad de comprar en tiendas de grandes marcas diseñadas por algunos de los arquitectos e interioristas más relevantes del mundo, como ocurre en el barrio de Ginza o en la avenida Omotesando.
Pese a que las marcas emergentes de la moda española siguen teniéndola como referente, el reinado de Tokio puede estar en declive. Plazas ya señala a la capital de la vecina Corea del Sur, Seúl, como el nuevo punto de referencia de estilo urbano donde se puede estar escribiendo el próximo capítulo del futuro de la moda.
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