Si tu objetivo es volverte un poco más healthy y dar el salto a la cosmética orgánica, Javier Sánchez, cofundador de Wai Wai, te da una serie de consejos:
1. Desintoxícate poco a poco. Empieza deshaciéndote de aquellos productos que contienen ingredientes nocivos para tu piel. Para ello es importante que leas bien el etiquetado (el INCI) cuyo listado de ingredientes está ordenado de mayor a menor cantidad de producto.
2. Encuentra el producto adecuado a tu tipo de necesidad. No compres por comprar, primero define lo que necesita tu piel y así tendrás más claro hacia dónde tirar.
3. Enamórate de él. Para ser fiel a un producto será mucho más fácil si te encanta y para eso, a veces hay que probar muchos. Eso sí, una vez que lo encuentres, y veas cómo reacciona tu piel, no lo dejes escapar.
4. Fíjate en el pH. Al mismo tiempo que prestas atención a los ingredientes, debes asegurarte que tu gel, crema u otros cosméticos tengan un pH de 5.5. Mientras la cifra neutra es de 7, la cosmética que va a ser aplicada en tu piel tiene que ser ligeramente ácida. El motivo es que la capa más externa, formada por sebo y agua (capa hidrolipídica) tiene un pH ácido para hacer de barrera y evitar que penetren bacterias y otros agentes dañinos.
5. Cambia de esponja. Renueva tu esponja sintética por una de fibras naturales como la luffa o el konjac. El cepillo de dientes también es clave en este punto, sustitúyelo por uno de bambú y notarás la diferencia.
6. Da el cambiazo. Es importante saber que se pueden sustituir todos los productos de higiene tales como el champú, el acondicionador o la crema hidratante, por versiones en formato sólido, que no requieren botes de plástico.
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