Hay prendas que son para toda la vida, o al menos querríamos que así fuera. Sin embargo, errores a la hora de lavarla, armarios asolados por la humedad o fallos al colgarla terminan destrozando las piezas y no duran más que un par de temporadas. Por eso se debe tener mucho cuidado con la ropa vintage, heredada o las nuevas adquisiciones que se quieran conservar.
Como explican desde Laura Escribano Atelier, hay una serie de trucos y consejos para que tu fondo de armario se convierta en eterno y las piezas luzcan igual de impresionantes que el primer día. La empresa tiene una larga experiencia tratando artículos textiles vintage que lavan a mano o en seco, a excepción de los encajes y tejidos más antiguos que se consideran demasiado frágiles o valiosos para ser restaurados.
Consejos para conservar tus prendas
1. Lava en seco o a mano. La mayoría de los tejidos antiguos, sobre todo anteriores a los años 60, no soportan el lavado a máquina y la prenda puede deteriorarse al meterlo en la lavadora. Por ello, es recomendable limpiarla a mano, con el agua tibia para evitar que los tejidos encojan o destiñan.
2. Haz una prueba antes de lavar la prenda. Hay que asegurarse de que la pieza se puede lavar antes de sumergirla en agua, y para ello es recomendable poner una gota en una costura interior y deja que se seque. Si ves que la tela destiñe o se arruga, te recomendamos lavarla en seco o directamente acudir a una tintorería.
3. Antes de lavar hay que retirar todo tipo de cierres metalizados, botones de época, hebillas, flores de seda o cualquier tipo de adorno que pueda dañar la prenda.
4. Recuerda, el agua nunca debe estar excesivamente caliente. Como es ropa delicada, cualquier agente muy duro puede deteriorar el tejido, por lo que se debe lavar la pieza a mano en agua templada con un jabón neutro.
5. Jamás escurras una prenda vintage o la metas en la secadora. Este tipo de tejidos antiguos son muy delicados, por lo que en su lugar se debe retirar el exceso de agua y humedad con una toalla. Después, hay que extender la pieza en horizontal y dejarla secar.
6. No guardes tus prendas en bolsas de plástico. Utiliza bolsas de tela de algodón para cubrir la prenda y envuélvela en papel de seda para evitar que absorba la humedad. Posteriormente, esta misma bolsa se guarda en cajas de cartón o madera también forradas en papel de seda.
7. No cuelgues las piezas en perchas metálicas, ya que pueden deformarla. Utiliza en su lugar perchas acolchadas de tamaño considerable para que el tejido pueda respirar.
8. Guardalas en un lugar oscuro, fresco y libre de humedades porque la luz puede dañar este tipo de tejidos antiguos. Evita también guardarlas en lugares que sufran temperaturas extremas como sótanos, áticos o lugares húmedos.
[Más información: Los nueve vestidos de Zara con los que triunfarás en tus BBC (bodas, bautizos y comuniones)]