Con los actuales ritmos de vida, dormir bien se ha convertido en un gran privilegio porque descansar correctamente ayuda a nuestro sistema inmune, lo refuerza. Algo esencial en estos días, para mantener nuestra salud al máximo y protegernos así de gripes u otros virus.
"Si descansamos poco o de forma irregular, podemos confirmar que somos mucho más susceptibles a enfermedades e infecciones. Los expertos e investigadores en este campo han estudiado a fondo cómo se desarrolla la cantidad de glóbulos blancos ante la privación del sueño. El resultado es claro. Se ha podido comprobar que los grupos de prueba que durmieron tan solo cuatro horas, en lugar de las ocho horas recomendadas, experimentaron una disminución en la proporción de sus células naturales 'destructoras' de virus en un 70 por ciento. Este es un hallazgo sorprendente y claramente un motivo suficiente para buscar siempre un buen descanso", ha afirmado la doctora Verena Senn, neurobióloga y experta en sueño para la firma de colchones Emma.
En un momento como el actual, en el que millones de personas se encuentras confinadas en sus hogares y que día a día han de enfrentarse al reto de trabajar desde casa, es muy importante marcarse unas pautas para el buen descanso.
Para la Dra. Senn, "las personas que, por la situación actual, están instalando su oficina en el hogar deberían elegir idealmente un lugar fuera de la habitación o al menos un rincón separado para trabajar. Recomiendo compartimentar áreas para nuestra rutina diaria, como para el trabajo, y lugares para descansar y regenerarse. Esto también se aplica a los horarios. Aunque se puede estar en casa todo el día, es muy importante separar las horas de trabajo de los descansos y terminar conscientemente el período de trabajo antes de que anochezca".
¿Cómo debemos descansar?
La OMS recomienda entre siete y nueve horas de sueño diario, y siempre por la noche. Existe un reloj biológico interno al que los cronobiólogos llaman el ritmo circadiano. A lo largo del ciclo día-noche de la Tierra, este reloj interno se sincroniza una y otra vez.
Sin embargo, la sincronización de nuestros relojes internos es muy individual, lo que explica por qué hay madrugadores y personas que prefieren levantarse tarde. En la medida de lo posible, los expertos recomiendan seguir cumpliendo con estos horarios durante los días de confinamiento en casa.
Estos días, además, se pueden hacer una serie de acciones extra para contribuir a descansar correctamente. "En primer lugar, es importante hablar de nuestro reloj interno y su vínculo con la luz y la oscuridad. El reloj interno está controlado en gran medida por la hormona de la melatonina. Los receptores en nuestros ojos son sensibles a la luz azul y le indican al cerebro que es de día: hora de estar alerta y despertarse. Para que nuestra melatonina mantenga un ciclo saludable de sueño, los móviles y los portátiles, por ejemplo, solo deben usarse para una extensión muy limitada de una a dos horas antes de acostarse", ha explicado la doctora Senn.
"Además, los estudios demuestran que actividades en línea como el cuidado de los contactos sociales o la recuperación de noticias actuales pueden evitar que descansemos y podamos coger el sueño. Es decir, hay que desconectar a tiempo", ha añadido la médico.
Consejos para dormir mejor
Las marcas especializadas en el sector de descanso se enfrentan cada día a nuevos retos para mejorar la calidad del sueño gracias al trabajo de los equipos de I+D y a la reconocida experiencia de un equipo de neurocientíficos, ingenieros y expertos en materiales. Algunos de los consejos más destacados por estos expertos son:
1. Evitar el alcohol y la cafeína.
2. Evitar las siestas durante el día, así como tratar dormirse y despertarse a la misma hora. La regularidad mejora la calidad y la cantidad del sueño.
3. Ventilar la habitación antes de dormir, de hecho, la temperatura ideal en la habitación es de unos 18 grados centígrados.
4. Cenas ligeras.
5. Seguir una serie de rutinas que puedan favorecer el sueño: un baño caliente, un buen libro y luz suave.
Además de todo ello, el colchón y la almohada son particularmente importantes para la calidad del sueño. Un colchón confortable permite descansar mejor y es un producto verdaderamente esencial para mejorar la calidad del sueño y de la vida cotidiana. Para encontrar el perfecto, hay que tener en cuenta una serie de requisitos: transpirabilidad, adaptabilidad a todos los tipos de cuerpos y pesos, durabilidad, independencia de lechos, baja resistencia al cambio de posición y un apoyo óptimo de la columna vertical y de las siete zonas de soporte de la espalda. Además, la cubierta del colchón, termorreguladora y transpirable, favorece la transpiración natural y evita la sudoración nocturna.
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