El sector de la moda flamenca ha visto esfumarse un año con buenas perspectivas de ventas debido a la suspensión de las fiestas de primavera en Andalucía por la pandemia, y toda su actividad ha quedado en suspenso justo al inicio de su temporada alta, en la que factura el 80 por ciento del negocio de todo el año.
La presidenta de la Asociación de Diseñadores Empresarios de Moda y Artesanía Flamenca de Andalucía (MOF&RT), Pilar Vera, ha explicado que este sector, que engloba diseño y confección de trajes, complementos y fabricantes de tejidos y zapatos, entre otros, es un gremio muy especial porque, "si no vende en estos meses de primavera, ya no lo hará hasta 2021".
De hecho, el éxito del salón internacional de la moda flamenca SIMOF, que se celebró en Sevilla a finales de enero, apuntaba muy buenas perspectivas de ventas para el sector esta temporada que arranca con la sevillana feria de abril –prevista desde el 25 de abril al 2 de mayo y que se ha suspendido, al igual que la romería onubense del Rocío y la feria de Córdoba-, y están en el aire otras ferias y fiestas patronales en Andalucía.
Sin embargo, el decreto del estado de alarma, del 14 de marzo para combatir el coronavirus, frenó en seco la actividad de este sector, muy feminizado e integrado en su mayor parte por autónomos y pequeños negocios familiares, cuando empezaba a coger impulso con la demanda de confección de trajes de flamenca. Pilar Márquez, directora comercial de la firma Maricruz-Montecarlo -la primera tienda y fábrica dedicada al diseño y venta de trajes de flamenca inaugurada en Sevilla hace 62 años- ha asegurado que en marzo "la inversión ya estaba hecha y todo apunta que el año está perdido", a pesar de que empezó muy bien con encargos en febrero. Su empresa ha recurrido a un ERTE porque sus tres tiendas -dos en Sevilla y una en Córdoba- están cerradas y también la fábrica, por lo que el único trabajo son los encargos que las clientas le hicieron en febrero y duda de que se recuperen las ventas esta temporada, aunque ha querido lanzar un mensaje de ánimo a las clientes y al sector con la campaña en redes sociales 'yo me visto en casa' .
No recuerda Márquez una situación similar, ya que la última crisis económica de 2008 impactó fuerte en el sector de la moda flamenca, pero se supo adaptar a las necesidades de los clientes con unas líneas a precios más asequibles, pero no se paró la actividad como ha ocurrido este año.
Por estos motivos, muchos negocios han recurrido a ceses de actividad temporal y a aplicar ERTE a sus trabajadores, ya que, según la presidenta de MOF&RT, la actividad es inexistente y tienen "cero ingresos". Ante esta situación, este sector reclama a las Administraciones ayudas al crédito como subsidiar tipos de interés, abrir una línea ICO específica y exclusiva para artesanía y moda flamenca con una duración mínima de al menos un año, bonificaciones en los costes de seguridad social de las trabajadoras y reducción de la presión fiscal, ha indicado Pilar Vera.
El pistoletazo de salida para el sector fue la celebración de la 26 edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca, (Simof), celebrada en Sevilla a comienzos de año y donde se presentaron de más de 1.700 vestidos. Pero ni esos ni los que subieron a otras pasarelas como We Love Flamenco saldrán a la calle este año. Según Pilar Vera, cada firma se planteará si los mantiene para 2021 o hará nuevos diseños.
Otro pilar son las costureras particulares, que no reciben encargos y, según han manifestado varias de ellas a Efe, se replantean su trabajo dado que las pruebas de costura exigen contacto físico con las clientes, además de permitir que accedan a tu vivienda particular.
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