Ha comenzado la desescalada y poco a poco la normalidad se acerca y con ella las ganas de disfrutar al máximo del calor y del sol que trae la primavera. Sin embargo, antes de exponerse a él hay que tener en cuenta algunos factores relacionados con el cuidado de la piel. El más importante es utilizar protección contra las quemaduras y emplear la que mejor se adapte a la dermis de cada uno. Bionike, la firma de cosmética número uno en Italia, explica cómo proteger la piel para que, tanto tú como los más pequeños, luzcáis una tez cuidada y bonita al terminar el confinamiento.
1. SPF. Estas siglas hacen referencia al: Sun Protection factor o factor de protección solar, en castellano, que representa la protección solar frente a la radiación Ultravioleta. El SPF que debes utilizar se relaciona con el tiempo que tu piel se mantiene "protegida" de los rayos del sol sin llegar a quemarse. Por ejemplo, dependiendo de la posición del sol, las pieles claras tardan entre 3 y 5 minutos y las menos sensibles 10 o más, mientras que las pieles oscuras pueden tardar hasta 40 minutos. Al multiplicar ese tiempo por el SPF/ FPS que indica el producto obtendrás la cantidad de minutos que estarás protegido.
2. Existen dos tipos de filtros, los químicos y los físicos. La mayoría de los protectores incorporan en su formulación los dos tipos. Los químicos, absorben los rayos UVA y UVB protegiendo las capas más profundas de la piel y son poco densos. La desventaja es que sus componentes pueden crear intolerancias. Por su parte, los filtros físicos o de pantalla contienen micropartículas como pequeños espejos que reflejan la radiación solar impidiendo que la piel la absorba. Son densos y pueden dejar la piel blanquecina, al no ser absorbidos son recomendables para pieles delicadas.
3. Además de los rayos UVA y UVB, también son importantes los rayos infrarrojos (IR), que representan el 40% de las radiaciones del sol. La mayor parte se denomina infrarroja A (IR-A) y penetra en la piel hasta una profundidad de 10 milímetros. Estos rayos alcanzan las capas más profundas de la piel causando la pérdida de elasticidad y firmeza, a la vez que aceleran el envejecimiento cutáneo. Las grandes marcan protegen de estos tres tipos de radiaciones, UVA, UVB e IR.
4. Filtros solares de amplio espectro. Este tipo de filtros protege frente a los rayos UVA, responsables del envejecimiento y UVB responsables del eritema. Se distinguen de los sencillos porque en el envase aparecen dos numeraciones, la primera para la protección UVB y la segunda para la UVA. En los protectores sencillos únicamente aparece la protección para los UVB.
5. La aplicación de los productos protectores debe realizarse de forma regular en todo el cuerpo 30 minutos antes de la exposición al sol, 2 gramos por centímetro cuadrado y uniformemente. Es muy importante cerciorarse de que la crema no esté caducada ni abierta más de 6 meses.
6. Existen cremas resistentes al agua, y muy resistentes al agua y a la arena en el caso de los niños, que aportan hasta 4 horas de margen entre aplicaciones.
7. El protector solar hay que aplicarlo cada dos horas o después de haber sudado mucho o haber estado en el agua más de 40 minutos. También es muy importante hidratar la piel con cremas especiales after sun tras la exposición al sol.
8. 50+, es el nivel máximo de protección que puede tener una crema solar, por lo que se debe huir de las firmas que presenten guarismos más altos, ya que éstas no están cumpliendo con la normativa vigente.
9. Las personas que más cuidado han de tener con el sol son las de piel y ojos claros, las que durante la infancia hayan tenido episodios de quemaduras solares, quienes se expongan de forma prolongada al sol por su actividad, quienes tienen historia personal o un familiar directo con cáncer de piel y las personas con muchos lunares.
10. Entre las 11.30 horas del medio día y las 15 de la tarde no es recomendable exponerse al sol, ya que se trata de la franja horaria del día en la que irradia con más fuerza.
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