Eugenia Silva (44 años) es una de las modelos más internacionales que ha tenido nuestro país. Musa de Óscar de la Renta e imagen de firmas como Carolina Herrera, Armani o Dior, entre muchas otras, ha sabido reinventarse y seguir trabajando en su pasión: la moda; adentrándose, además, en el mundo de los negocios. Su visión múltiple de la industria y su experiencia la han convertido en editora, estilista y prescriptora de tendencias. 

Entre los últimos hallazgos fashion de la modelo encontramos el bikini blanco de canalé y en color blanco. Un color que aporta una frescura y atemporalidad que nunca pasa de moda. En esta ocasión, Eugenia Silva posaba en sus redes con un bikini de la marca Ônne, la firma made in Spain que ha conquistado a todas las profesionales del sector y a las influencers más seguidas en un tiempo récord como Dulceida (30), Mery Turiel(26) o cantantes como: Aitana (21) o Lola Índigo (28).

En concreto, Silva se decantó por el top Banaba (disponible en varios colores y con un precio de 45,00 euros) y la braguita Birnie (en stock, también, en varias tonalidades por 40 euros) de la firma.

Sin embargo, esta no es la primera vez que la modelo ha optado por lucir un bikini de esta marca textil. De hecho, la modelo compartió hace varias semanas, otro instastory, luciendo el modelo Banaba en color negro combinándolo, en esa ocasión, con la braguita Ellice (precio: 35 euros).  

Los populares diseños de esta marca textil evocan a los trajes de baño tradicionales, pero con un toque de twist.  La joven diseñadora valenciana, Gisela Cid, que fundó Ônne cuenta que lo hizo por la necesidad: "Preparando un viaje a Bali me di cuenta de lo complicado que resultaba encontrar trajes de baño que fuesen cómodos pero que, al mismo tiempo, tuviesen algo en el diseño que los hiciese apetecibles", cuenta. Además, lo bueno de estas prendas de baño es la infinita combinación que ofrece sus distintas piezas. 

Gisela traslada a cada una de sus piezas la premisa básica de estilo de: "Menos es más". Bajo esa idea se concibe un ecléctico repertorio formado por: braguitas de talle alto o tipo tanga, partes de arriba estilo bandeau, tops de inspiración lencera o sujetadores deportivos en clave nineties, entre otras siluetas. "Mi principal objetivo es que todas las mujeres, con independencia de su morfología y de su estilo, sientan que son la versión más sexy de sí mismas cuando vistan el traje de baño", confiesa.

La firma apuesta por una colorimetría relajada en la que el negro, el blanco y el nude son protagonistas. Las tonalidades más clásicas son justo las que ha llevado y elegido la modelo. No obstante, junto a estos colores conviven otros matices como el wine marsala, un tono rojizo semejante al vino tinto, o el grey blue.

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