Al final, como en casi todo lo que nos transmita calidad, lo que mejor funciona es lo que nos remite a la tierra, a lo nuestro, a esa suerte de viaje a otros tiempos en los que todo tenía más sustancia que solo nos proporcionan productos muy exclusivos. Hay quien dice, y con razón, que en un pueblo, con ingredientes de proximidad, la comida sabe mejor. Pero más allá de lo que dicta el paladar es precisamente eso lo que buscamos: la sensación de sentirse cómodo y de tener al alcance objetos sencillos pero fabricados con mimo y con el mismo respeto por el medio ambiente que antaño.
La buena noticia es que hay un calzado que cumple con estas premisas. Y aunque ha dejado de ser un secreto a voces, y ya son miles de personas las que poseen unos Yuccs y muchas más -hasta 4.000- las que permanecen en lista de espera para hacerse con unos, la firma se reafirma más que nunca en una filosofía que aboga por lo que denomina slow fashion, en la que las características del producto final cuentan tanto como que, durante su proceso de diseño, fabricación y venta, toda la actividad responda ante una exigente responsabilidad con los recursos naturales y la máxima eficiencia.
Esta concepción explica, en parte, por qué Yuccs ha sido una noticia refrescante para el sector del calzado. Su irrupción ha agitado la inercia de décadas porque huye de los procesos masificados y del uso de la piel y los materiales sintéticos para sus creaciones. Como indica la compañía en su página web, se trata de "la oveja que salió del rebaño".
Una 'súper oveja'
La alusión a este animal no es fortuita, porque al margen del equipo humano que trabaja en hacer realidad estos zapatos, la estrella del proceso es una oveja. Concretamente la merina, una especie con siglos de arraigo en nuestro país y cuya lana, de alta calidad, posee unas cualidades que son trasladadas al zapato de forma fiel, manteniendo intactas sus cualidades, como la suavidad, la capacidad para regular la temperatura, su facilidad para permitir la transpiración o sus propiedades antibacterianas.
Y pese a estas bondades, su uso había quedado casi en el olvido y la misma especie, en una delicada situación de supervivencia. Ha sido solo ahora, a partir del impulso de Yuccs, cuando ha recuperado su protagonismo para revolucionar un sector en el que parecía todo inventado. Sin embargo, Pablo Mas, director de la compañía, intentó ir más allá y, fruto de esa visión, a día de hoy existe toda una legión de clientes que afirman que estos zapatos son los más cómodos que han probado nunca (un 87%, según una encuesta de la firma). Razón para entender por qué están tan demandados.
Pero el uso de la lana merina en la fabricación, aun siendo una materia prima con siglos de historia, también ha requerido una intensa labor de investigación. Tal fue el primer paso en esta aventura de la empresa: descubrir la manera más eficiente de usar este material en sus creaciones. Este desarrollo, desde la lana virgen, a la fibra con la que se tejen los zapatos, ha motivado un desarrollo desde cero en el que se ha implicado al Instituto Tecnológico Textil AITEX. El resultado, un tejido único, innovador y 100% sostenible.
La fabricación: lenta pero segura
Los zapatos Yuccs se cocinan a fuego lento. Desde el inicio del proceso, hasta que el cliente los tiene en sus manos (o en sus pies, mejor dicho) pasan, de media, seis meses. Es una manera de evitar la sobreproducción que conduce al exceso de stock y, con ello, al desperdicio de materiales. Muy al contrario, la empresa prima la calidad en todos sus procesos que, por cierto, se desarrollan íntegramente en España y con una cadena de proveedores y de suministro totalmente local que garantizan, de igual manera, el mejor trato a las ovejas.
Su diseño nace en Mallorca. Desde ese momento se pone en marcha un recorrido que incluye la producción del tejido y del resto de materiales. Tras unos cuatro meses en esta fase, se dan otros dos más para el corte, confección y montaje de las piezas. Estos tiempos permiten a la compañía aplicar sus pretendidas máximas de eficiencia, de trabajo digno para todas las personas que participan en su fabricación y velar por la calidad de los materiales, incluidas las cajas en las que llegan al cliente.
Más que unos zapatos
El resultado son unos zapatos ligeros, suaves y muy flexibles pero, aún más que eso, es la sensación de libertad que ofrece sentirse en contacto con materiales de calidad y avalados por la tradición. A partir de ahí, todo ventajas, alineadas con otra de las 'píldoras' de la filosofía que transmite la compañía: "Recordarle al mundo que hay una generación de personas que compran con la cabeza y viven con el corazón, no al revés".
Y qué mejor época para dar rienda suelta a las pasiones que el verano. Durante este mes de agosto, Yuccs ofrece a sus clientes descuentos especiales de 5 euros al comprar uno de sus colores clásicos y de 15 euros al adquirir una de las últimas unidades de las ediciones limitadas. Es una ventaja añadida al envío y devolución gratuitas, con un plazo de devolución de 30 días, que ofrece durante todo el año. Una oportunidad excepcional para experimentar por qué estos zapatos han conquistado a miles de personas... antes de que se le cuenten.