La temida retención de líquidos trae consigo algunas consecuencias que, a pesar de no ser graves, interfieren en nuestro día a día. Mala circulación, hinchazón de barriga, piernas y tobillos, aparición de bolsas y, también, la celulitis son algunos de las características que provoca en el cuerpo esta retención. Un problema que, además, afecta a más mujeres que a hombres.
Rocío Escalante, experta en nutrición, asegura que: "Las causas más frecuentes de la retención de líquidos son una mala alimentación – que suele ser rica en sal -, los cambios hormonales (como la menstruación o el embarazo), llevar una vida sedentaria o el propio consumo de determinados fármacos. Además de algunas enfermedades derivadas del corazón, hígado, riñones o tiroides".
Cómo combatir la retención de líquidos
Las claves para combatir esta temida retención son muy básicos y muy eficaces:
- Muévete a diario. Anímate a practicar o realizar algún deporte en tu día a día. O, también, puedes optar por caminar, subir escaleras… lo importante es mantenerse activo siempre que sea posible. Es importante, adecuar la intensidad del ejercicio a tu forma física y conocer tus propios límites para evitar lesiones. Por ejemplo, si trabajas sentado puedes levantarte cada hora para estirar las piernas o mantener las piernas en alto pues así ayudarás a la propia circulación.
- Hidratarse bien. Puede parecer contradictorio, pero para evitar la retención de líquidos es importante hidratarse y beber una cantidad abundante de agua. Acostúmbrate a tener siempre a mano una botella para ir bebiendo. Además, la experta también aconseja tomar diferentes infusiones diuréticas que favorecen la eliminación de líquidos como, por ejemplo, la cola de caballo, el té verde, el hinojo… puedes incorporarlas al finalizar tus comidas.
- Llevar ropa cómoda. La ropa o el calzado muy ajustado, dificulta la propia circulación lo que desencadenará en una mayor retención.
La dieta, clave para luchar contra la retención de líquidos
Como se ha indicado, uno de los principales factores que provocan este efecto es, junto a la escasa actividad física, tener una mala alimentación. Para ello es importante que:
- Reduce el consumo de sal, así como de alimentos que la contienen. Los embutidos, los quesos grasos, comidas preparadas… tienen una alta cantidad de sal en su composición. Por este motivo, puedes sustituir la sal en tus comidas por hierbas aromáticas, que darán sabor a tus alimentos.
- Reduce el consumo de azúcar. Del mismo modo que con alimentos salados, es importante disminuir el consumo de alimentos azucarados como la bollería industrial, golosinas o bebidas con gas o alcohólicas.
- Alimentos diuréticos: la piña, el puerro, el ajo, el melón… son alimentos que ayudan a la eliminación de líquidos.
- No pueden faltar en tu dieta alimentos ricos en potasio. Contrarrestan el nivel de sodio del organismo y mantienen el equilibrio de líquidos. Algunos alimentos ricos en potasio que puedes incluir en tu dieta son: los plátanos, papayas, espinacas, tomates, salmón…
- Complementos. Puedes complementar tu dieta con algunos suplementos alimenticios que fomentan la eliminación de líquidos, pero recuerdo que son un complemento y, es importante, seguir una dieta equilibrada para que funcionen.
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