Tener la piel perfecta es el propósito beauty más deseado. Para ello, se recurren a productos que nutren, hidratan e iluminan el cutis como las cremas, los sérums, contornos... Pero ¿y si estuvieses fallando en la propia limpieza del cutis?
Para lucir un rostro terso y libre de imperfecciones es importante activar la propia regeneración cutánea, que se consigue a través de la eliminación de impurezas y suciedad del cutis. Limpiarse el rostro por la mañana o por la noche, hacerlo con mucha o poca agua, con tónico o sin tónico, usando dispositivos de limpieza o con las manos, son algunos de los errores más comunes a la hora de lavarse la cara, que dificultan conseguir una piel radiante y libre de acné.
Dos veces al día
Los expertos advierten que lavarse la cara dos veces al día es lo correcto, una por la mañana y otra por la noche. Pero hay más, al llegar a casa, se recomienda hacer una limpieza superficial, ya que el sudor -cuya producción ha aumentado con la llegada de la mascarilla- junto con la grasa que se segrega ensuciaría los poros.
De noche se aconseja una limpieza más profunda, en la que se eliminan los posibles restos de maquillaje, la polución, el polvo o el propio sudor. En este momento suele ser recomendable hacer una doble limpieza, según recomienda Meritxell Martí desde su farmacia homónima.
La doble limpieza es una técnica originaria de Corea que se basa en realizar una de ellas de manera más minuciosa y exhaustiva. Asimismo, antes de proceder al primer paso de la rutina de belleza, es recomendable usar un bálsamo o una crema limpiadora con base oleosa; evitarán resecar la piel.
Es importante utilizar un limpiador que se adapte a las necesidades cutáneas de la piel y que preserve el manto lipidico natural, cuya función es la de mantener la piel elástica, evitando su deshidratación y manteniendo la función de la barrera intacta.
Tónico, el producto olvidado
Para la limpieza del rostro, la experta recomienda utilizar lociones tónicas que se caracterizan por hidratar, calmar, regular la grasa y exfoliar. El método de aplicación de este producto suele ser con un algodón, para terminar de eliminar cualquier resto de suciedad; aunque también puede usarse con los dedos.
¿Mucha o poca agua?
A la hora de retirar los limpiadores del rostro se suele recurrir a utilizar agua. Sin embargo, según la experta, la cantidad usada dependerá del tipo de piel que se tenga.
Las pieles mixtas o grasas tienen dos aliados, el agua -que les permite aclarar los limpiadores- y la espuma de limpieza. A las pieles más secas se le recomiendan un producto más aceitoso y un aclarado con agua, aunque, también, tiene la opción de retirarlo con un pañuelo de papel o muselina.
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