Que la medicina estética cada vez ofrece tratamientos de mejor calidad es evidente; la mejora de la técnica y de los productos utilizados por los especialistas proporciona resultados más satisfactorios, seguros y sorprendentes. Siguiendo esta línea de planteamiento se encuentra la remodelación facial sin bisturí, una técnica que cada día está ganando más adeptos: el tratamiento Total Full Face, que pone el énfasis en resaltar las zonas más atractivas del rostro y matizar el paso del tiempo. Una técnica que prueban cada vez más rostros famosos.
Este tratamiento consiste en aplicar en cada zona un producto específico, ya sea ácido hialurónico, toxina botulínica (también llamado botox) o hilos tensores. El Dr. José Señarís, médico de la clínica FEMM, explica que el ácido hialurónico se suele aplicar en áreas como la mandíbula, el mentón, los labios. Mientras que en la frente, las patas de gallo o el entrecejo se suelen aplicar pequeñas dosis de botox para minimizar la presencia de arrugas y, por último, en el área de los ojos y las cejas se puede conseguir una elevación gracias a los hilos tensores.
El resultado es una modificación instantánea y completa de la cara. Eso significa que se cambian los rasgos de forma real y evidente, "algo que suelen preferir las pacientes más jóvenes, que aún no presentan tantas arrugas, pero quieren potenciar determinadas partes y presentar un aspecto muy diferente", indica el Dr. Señarís.
A quién se recomienda
La versatilidad de este tratamiento lo hace recomendable para un rango de edades muy amplio, desde personas más jóvenes que desean afinar, dar volumen o destacar facciones hasta personas de edad avanzada que quieren rejuvenecer y mostrar un aspecto más saludable.
Según la situación de partida en la que se encuentre el rostro del paciente o el aspecto que se busque conseguir se optaran por uno, dos o los tres tratamientos en diferentes cantidades. "Al tradicional empleo de ácido hialurónico y botox, hemos incorporado los hilos tensores" indica el Dr. Señarís. "Esto no significa que todos los pacientes requieran las tres intervenciones, pero no podemos obviar que los hilos aportan resultados muy interesantes en la mirada".
Utilizar ácido hialurónico e hilos tensores proporcionan una ventaja más y es que ambos activan la propia producción de colágeno, de manera que los resultados a la hora de rehidratar la piel no solo provienen del tratamiento, sino de la activación que éste genera en el organismo del paciente. Por eso, los efectos pueden durar alrededor de los seis a ocho meses desde su aplicación.
El precio de este tratamiento varía en función de las zonas a tratar y de la cantidad de producto que cada paciente necesite, aunque suele estar alrededor de 1.700 euros.
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