La polución de las grandes ciudades, una dieta no demasiado equilibrada por la falta de tiempo en los días laborales, los excesos de la Navidad, el confinamiento domiciliario -y su correspondiente ausencia de luz solar y vitamina D para el rostro-, el estrés...
Todas estas circunstancias adversas acaban reflejándose en el día a día de nuestro rostro. Las dos grandes bases del cuidado de la cara -hidratación y gran limpieza- no siempre es suficiente y por ello es más que recomendable acudir a un centro de belleza especializado y ponerse en manos expertas, si queremos conseguir un rostro limpio, cuidado y luminoso.
Renovar nuestra piel es siempre una tarea pendiente que podemos remediar con la llegada del nuevo año, pero también su limpieza y regeneración para un rostro más descansado, luminoso y vital. Las esteticistas de Lobelia Sagasta proponen para este invierno y EL ESTILO ha podido probar su tratamiento de oxigenoterapia facial, una técnica no invasiva que depura los tejidos a niveles profundos de la dermis.
Lobelia Sagasta lanza su tratamiento de oxigenoterapia facial para este invierno, clave para devolver la luminosidad a la piel. El primer paso es preparar la piel y para ello, es necesario tenerla limpia. Las esteticistas del citado centro de belleza aplican el limpiador, masajean cuidadosamente con las manos y, a continuación, secan la cara con sumo mimo.
Si bien es cierto, los expertos profesionales de Lobelia Sagasta hacen un pequeño análisis previo de la piel para seleccionar a la perfección qué productos aplicar sobre la misma. Un detalle a tener en cuenta, pues todos sabemos que no hay ninguna piel igual que la otra.
Una vez que la piel está preparada para recibir el tratamiento, empieza el tratamiento de oxigenoterapia. Se realiza con un aerógrafo cargado de oxígeno, una técnica no invasiva que depura los tejidos a niveles profundos de la dermis, por tanto, hidrata, tonifica y aporta una luz inmediata.
El proceso dura unos 30 minutos y después se realiza un masaje manual preparando la piel –no hay que lavarse la cara tras el tratamiento durante unas horas- y entre sus beneficios: que frena el descenso de los niveles de oxígeno en las células y activa la regeneración de los tejidos, promoviendo además la formación de colágeno y elastina. Tiene un coste de 45 euros y su duración es de 45 minutos.
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