La manicura de una novia no requiere de ningún tratamiento especial, pero lo que sí debe tenerse en cuenta es la búsqueda de una profesional o centro especializado con una cierta antelación al día de la boda, más aún si se tiene las uñas mordidas, demasiado cortas o muy estropeadas, con el fin de resolver estos problemas cuánto antes.
Si se deja para el final puede que después no agrade el largo de las uñas, la forma, el color, la decoración o bien que se hayan roto o caído: "Las novias son muy conscientes de esto y son pocas las que dejan la manicura para el final. La mayoría sigue optando por rosas, nude, corales o pastel aunque este año nos han pedido también las milky nails que son tendencia, en uñas casi siempre cortas y redondeadas o bien un largo moderado para poder estar más cómoda y cogerse el vestido o el ramo", cuenta Monique Aguilar, manicurista de la firma Orly.
En líneas generales, Aguilar afirma que las novias suelen acudir al salón sin tener la idea muy clara y dispuesta a dejarse asesorar. Normalmente, cuentan como es su vestido y dónde se va a celebrar y, en función de esos aspectos, las aconsejan. "También es importante conocer la época del año en que se celebre y el momento, si es una boda de día al aire libre o de tarde/noche en un recinto cerrado".
Cuatro tonos de esmaltes
En cuanto a los colores y diseños, la experta matiza que suelen posicionarse como favoritos el color turquesa, el azul bebé, el amarillo pálido, el gris claro o beige, el coral suave y el tono lavanda. No obstante, para las bodas que se van a celebrar en primavera, Aguilar destaca cuatro colores que son:
Lola: una especie de rosa mezclado con naranja, o rosa anaranjado, un tono muy femenino para cualquier edad, perfecto para lucir con vestidos en rosa, coral, terracota y beige con zapatos de tacón de color camel.
Beautifully Bizarre: un rosa muy sutil con un toque perlado, suave y fresco que combina bien. Puede lucirse en un solo tono o en la manicura francesa pasando a sustituir al color blanco, con un toque discreto y original. Va perfecto con vestidos elegantes de colores alegres o más fuertes, ideales para una boda de día, con zapatos de tacón del mismo tono del vestido o tal vez de color plata o dorados, a juego con las joyas o bisutería discreta.
Vintage: un azul turquesa juvenil, positivo y alegre. Queda muy bien con vestidos en color coral, fucsia, lila o amarillo, también en tonos más neutros como gris, rosa, camel (ideal para bodas de día, en la playa, etc.) con zapatos de tacón de color dorado, a juego con otros complementos.
Monroe's Red: es un color vivo y llamativo asociado siempre con el amor, todo un clásico que combina con colores opuestos como por ejemplo verde y neutros, y que da luz, realza la piel y rejuvenece. Es ideal en bodas a cualquier hora y zapatos de tacón de color plata o dorados.
Todos los colores citados se pueden comprar de forma individual y tienen un precio de 13 euros.
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