Eñaut es una firma española de moda masculina que nace con la necesidad de "crear conciencia" con diseños realizados a partir de materiales sostenibles, con un concepto de empresa preventa, una opción que reduce la confección "sin sentido" de prendas.
Eñaut Barruetabeña (Mutriku, Guipúzcoa, 1993) es el alma creativa de la firma Eñaut, ganador del premio a la Mejor Colección de Diseño Emergente de 080 Barcelona Fashion 2019, que con sus 15.000 euros se creó para ayudar a jóvenes diseñadores a consolidarse en la industria.
El creador vasco, afincado en Barcelona desde los 18 años, exhibe en sus prendas una visión de la masculinidad sin estereotipos, hasta el punto de ir evolucionando en su creación a "una costura sin géneros", atractiva también para las mujeres, dice en una entrevista con Efe.
Tras dar su primeros pasos en la arquitectura, descubrió que si bien lo suyo no era proyectar edificios o puentes, sí era dibujar bocetos y seleccionar materiales, en este caso textiles sostenibles.
Lanzó su primera colección en 2018 y en septiembre de ese mismo año se presentó al concurso Rec.0/080 Barcelona Fashion, que le llevó a conseguir un punto de venta en la zona previa a los desfiles de la pasarela catalana y le facilitó desfilar en ella en 2019, momento en el que consiguió el premio junto a la diseñadora Sonia Carrasco.
"El premio me ha aportado visibilidad y seguridad para afianzar la marca", dice el creador, que reconoce que llegó a la moda "por accidente", en una etapa en la que estaba "muy perdido", hasta que comenzó sus estudios en el IED (Escuela Superior de Diseño) de Barcelona, donde antes de licenciarse comenzó a trabajar para Inditex.
"Estuve casi un año, pero lo dejé. Fui parte del fast fashion, lo conocí, pero no me aportaba nada. Decidí que tenía que emprender mi camino y mi filosofía", comenta. Recibir el premio al Diseño Emergente fue "un chute de energía, porque empezar en esta profesión es muy difícil; luchas por sobrevivir, cada vez hay más competencia y un reconocimiento así es el mejor altavoz para ayudar a expandir tu nombre".
Vincula sus prendas a la naturaleza con el fin de poner la atención en preservar el medio ambiente de una manera natural; "es algo innato en mí", señala este creador que ha crecido en pleno monte y cerca del mar.
"Mi intención es crear conciencia, aprovechar mi posición para que el consumidor se involucre en preservar el medio ambiente con sus compras", especialmente formando parte de una industria tan contaminante como la de la moda, argumenta. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, la moda es la segunda industria, tras el petroleo, más contaminante del planeta.
Aunque reconoce que en España está muy arraigado el fast fashion y cuesta que la sostenibilidad se asuma en la compra de ropa, "va cambiando poco a poco", y apunta que tampoco fue fácil implantar el reciclado en la basuras, "sin embargo, ahora no hacerlo sería impensable", y confía que en la moda siga ese camino.
El algodón orgánico es uno de los materiales principales de sus colecciones aunque va ampliando sus opciones, como el uso de un tipo de cuero, en su próxima propuesta, lista para la próxima edición de la 080 de Barcelona, creado a partir de plantas y poliester reciclado.
La pandemia ha provocado que aquellos que forman la industria de la moda hayan hecho una reflexión sobre los tiempos en los que se presentan las colecciones y la necesidad de hacer de la sostenibilidad un ejercicio diario.
"El mundo de la moda ha cambiado todos hemos reducido el consumo y hemos cuidado la sobrecreación", dice Eñaut, que ya antes de la crisis sanitaria había decidido optar por un proceso preventa -la confección se produce bajo petición- que reduzca los costes y evite crear excedentes innecesarios, ya que sólo se confecciona "aquello que pide el cliente".
Con dos puntos de venta físicos, uno en Barcelona y otro en el País Vasco, está convencido de que la venta en internet es lo que dinamiza el mercado, que él amplia con clientes de Francia, Alemania e Italia.
La esencia de su próxima colección es la desforestación, un problema que plasma a través de tres colores: verde, negro y arena, las fases del proceso, desde el momento de esplendor de la naturaleza, pasando por el negro del bosque quemado y la destrucción y la arena como símbolo de la sequedad y desolación.
Prendas de estructuras más armadas, donde hay mayor presencia de la sastrería, que se contrapone al momento "chandalero", "tan presente en estos tiempos", para optar por moda cómoda para dentro y fuera de casa.
Una moda atemporal, minimalista, que habla de una masculinidad menos estereotipada. "El hombre esta arriesgando más y se nota", concluye Eñaut.
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